Columna: Pensamiento Crítico
Esta columna de opinión aborda cuestionamientos e hipótesis para vislumbrar los factores que pueden estar detrás de la estrategia mediática en desarrollo por la derecha neoliberal en México para atacar al presidente Andrés Manuel López Obrador en el epicentro de su familia dónde pueden tener una aliada.
En contexto
Actualmente se desarrolla una mega campaña mediática en México para atacar al presidente Andrés Manuel López Obrador de cara al próximo referéndum de revocación del mandato impulsado por el mismo y como parte de la agenda de reformas al sistema político nacional en el presente año 2022.

La matriz del reciente ataque se gesta desde el frente operado desde LATINUS, una plataforma digital constituida como una empresa en EE.UU. donde figura como socio fundador, Marco Antonio Estrada Castilleja, exsecretario privado del gobernador de Michoacán. Desde este espacio, Carlos Loret de Mola encabeza la estrategia mediática en contra del presidente López Obrador y se ha caracterizado por presentar material periodístico que fácilmente cruza la línea del ESPIONAJE.
Recientemente Loret publicó en el capítulo 69 un reportaje de investigación sobre el hijo de AMLO, se trata de José Ramón López Beltrán, el reportaje denominado “La lujosa vida del hijo de AMLO: mientras el presidente exige austeridad, su hijo vive en mansiones en el extranjero.” En el reportaje hace públicos los documentos de la alcaldía de Houston que avalan la propiedad de Keith Schelling, ex ejecutivo de la empresa energética Baker Hugues sobre una casa donde presuntamente vivió Ramón López Beltrán y su esposa Carolyn Adams, todo esto a partir de septiembre de 2019 cuando López Obrador ya era presidente de la República.

Desafortunadamente dicen por ahí; “no hagas cosas buenas que parezcan malas”.
El hijo de AMLO nunca debió haber vivido en esa casa, aunque fuera rentada, para no incurrir en lo que es ya un escándalo estéril dónde no se demuestra corrupción alguna, pero si es material utilizado por la derecha para golpear políticamente a AMLO, mismo que no ha sabido responder con calma, porque es un ataque a su persona y a su familia.
Por algo AMLO exilió a sus hijos de la política y de cargos públicos, para que no estén tentados a cometer tráfico de influencias.
Sin embargo, surgen dos hipótesis con fidedigno interés periodístico para profundizar en el trasfondo político de una evidente estrategia integral de comunicación masiva en contra de la figura presidencial, donde Carlos Loret solo funge como el papel de vocero.
La posible participación de la CIA detrás de la investigación del hijo AMLO
La investigación presentada por Carlos Loret es firmada por otros periodistas, pero también por la Asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), encabezada por Claudio Xicoténcatl González, organización financiada desde el Gobierno de Estados Unidos cuya agenda geopolítica está caracterizada por las intervenciones políticas y militares en todas las regiones del planeta.

Evidentemente las tomas satelitales de la casa de Houston, los documentos del registro público de la propiedad y el seguimiento a modo de espionaje sobre el hijo de López Obrador desde el año 2019 (cuatro años) solo pueden desarrollarse por instituciones de inteligencia estadounidenses según nuestra hipótesis.
¿La nuera incómoda o incauta?
Es ahí donde surgen los cuestionamientos más ácidos al interior del núcleo familiar de López Obrador:
¿Cómo es posible que Carolyn Adams con su amplia experiencia empresarial documentada no pudo haber previsto el escándalo mediático que significaría que el hijo de AMLO viviera en una casa propiedad de un CEO de una empresa petrolera estadounidense proveedora de servicios a PEMEX?
¿Existe algún delito? Claro que NO. Ramón López Beltrán nunca ha sido funcionario público en el Gobierno de México. Entonces, ¿quién está detrás del montaje para atacar al presidente de cara al referéndum sobre la revocación de mandato en abril de 2022?
¿La raíz del problema viene de la incautes de Carolyn Adams que cometió un burdo error y se llevo entre los pies a su amado José Ramón?
La realidad es que sería surrealista no hipotetizar que el Lobby petrolero haya puesto “un cuatro” (como popularmente se le llama), para hacer caer al hijo del primer mandatario mexicano en un escándalo MEDIÁTICO construido por la inteligencia estadounidense ligada al lobby petrolero, cuya principal aliada podría estar al interior del núcleo familiar, ya que jurídicamente no existe nada que perseguir, pero si sirve para atacar la imagen incorruptible de Andrés Manuel López Obrador.
Es por estas razones por lo que AMLO comete un error al ponerse al “tú por tú”, con Carlos Loret, aunque sea el vocero mediático de la oposición. El meollo de todo está en la participación de las agencias estadounidenses ligadas a Claudio X. González quien operó para desarrollar la investigación ILEGAL sobre el hijo de AMLO en Houston, mismo que pudo haber sido víctima de un “cuatro”.
Loret no es el responsable, solo es el vocero de una compleja estrategia mediática donde salen a relucir los intereses del deep State estadounidense operando para desestabilizar al Gobierno de México.
¿Usted qué opina amable lector?