Columna por Sergio Lugo
Dedicado a Nataly García
Noviembre es el mes donde se conmemoran varias efemérides de la Revolución Mexicana, que culminan hasta el 6 de diciembre (unión del zapatismo con el villismo), veamos algunas sobresalientes, en donde recomiendo libros y cine para su conocimiento.
Inicio con el nacimiento de Felipe Carrillo Puerto, el 8 de noviembre de 1874, en Motul, Yucatán. Y termino con el 6 de diciembre de 1914, cuando los ejércitos de Emiliano Zapata y de Pancho Villa, entran a Palacio Nacional en la Ciudad de México, para mí, el momento más increíble de la Revolución Mexicana.
El escritor Paco Taibo, director del Fondo de Cultura Económica, (FCE), hace unos años, lanzó la colección «Vientos del pueblo», muchos títulos, de varios autores, algunos ya fallecidos, principalmente sobre la historia y cultura de México.
A Taibo en 2023 le comenté mi intención de promover estos libritos (que no pasan de 30 páginas generalmente, y su costo oscila entre $12 y $20 pesos), en lo que es la península de Yucatán, en lugares por donde pasaría el Tren Maya, justo para promover la cultura.
Eso le agradó, y me informó su intención de abrir librerías del FCE en varias de esas estaciones, cosa que va en proceso.
Mi objetivo de promoción a la lectura, también se lo comenté al Presidente López Obrador, y él a su vez, me dijo verlo con Laurita Nieto, su secretaria particular. Por ahí, AMLO, en la inauguración del aeropuerto de Tulum, me grabó un video, justo sobre eso.
Ahora mi sueño se está volviendo realidad, gracias a la Gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, pues ya lo inicié en Cozumel y Chetumal.
En diciembre, todo se detiene por las posadas y las vacaciones. En enero espero recorrer los municipios de Quintana Roo, y posteriormente ir a Yucatán y Campeche.
Sandra Montoya quien trabaja en el FCE en México, tuvo la gentileza de mandarme algunos libros que quiero comentar y presentar, todos ya los había leído (pero dejé en mi casa en Guerrero), excepto el nuevo de Salmerón.
Igualmente, mi compañera Ena Ruíz del FCE tuvo la amabilidad de informarle a Taibo, sobre esta mini gira.
Mi amiga Nataly García, me dijo que la Revolución Mexicana, es la época que más disfruta, por eso, mi artículo está dedicado a ella.
Daré algunas fechas en orden cronológico, que tienen que ver con los libritos del FCE que tengo, acerca de la Revolución Mexicana, aclaro que no son todas:
8 de noviembre de 1874:
Nació en Motul, Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, quien sería Gobernador socialista de Yucatán.
Fue fusilado, el 3 de enero de 1924, por la «Casta Divina», y los soldados que le hicieron el Golpe militar al Presidente Álvaro Obregón, de parte del general Adolfo de la Huerta.
El nuevo aeropuerto de Tulum (que en realidad se ubica en los terrenos del municipio de Carrillo Puerto), justamente se llama como el que fuera Gobernador de Yucatán, en su honor.
En la actualidad, puedo comparar aquella época, porque con Obregón, llegó el periodo post revolucionario y era la hora de gobernar pues ya se tenía el poder. Ahora Sheinbaum está igual, pues AMLO le abrió el paso desde el 2018. Es la hora de consolidar la 4 Transformación.
Recomiendo el libro «Elvia Carrillo Puerto», de la autora Damiana Leyva Loría. FCE. Vientos del pueblo.
Porque ella fue hermana de Felipe, fue diputada local y de las primeras en impulsar y aprobar el voto de la mujer en todo Yucatán (pasarían casi 30 después, para que se aprobara en todo México).
Cito el libro:
«Elvia Carrillo Puerto dirigía la Liga Feminista de Resistencia Rita Cetina Gutiérrez en honor de la prócer de la educación y el feminismo en Yucatán…
Tuvo la osadía de publicar la revista mensual «Feminismo», para defender públicamente los derechos de la mujer…
Elvia editó quinientos ejemplares de un folleto titulado «La regulación de la natalidad o la brújula del hogar. Medios seguros y científicos para evitar la concepción», de Margarita Sanger…»
Recomiendo acompañar la lectura, con las películas «Casta Divina», del director Julián Pastor. Así como «Peregrina», del director Mario Hernández. Y la cinta «Un embrujo» del director Carlos Carrera.
20 de noviembre: Se pidió tomar las armas.
Pero antes estaba el periodo del dictador Porfirio Díaz.
Recomiendo el libro «Víctimas de la opulencia y otros relatos». Del autor Mariano Azuela. FCE. Vientos del pueblo.
Son cuentos que escribió sobre el periodo porfirista, el de la Revolución Mexicana, y al término de ésta.
Aquí cito uno de 1907, que era una forma de ver de las mujeres, se titula «Lo que se esfuma»:
«Cuando Perico, su primer novio, se fue a estudiar a México, ella se quedó inconsolable, hasta fines de la primera semana de ausencia, luego que escogió un consuelo, entre la multitud de muchachos bien apuestos que se le ofrecieron.
Siguió un rosario de quince, en el que Andrés era la última cuenta.
Pero Andrés tenía el defecto imperdonable de ser un artesano honesto que en la mujer no buscaba entretenimiento fugaz, sino una esposa que le diera hijos y la felicidad de un hogar sosegado.
En ese tiempo Lupe tiraba ya muy alto y el humilde carpintero no podía ser la meta de sus aspiraciones. Andrés estaba enamorado de ella, y ella lo sufría nada más…»
Recomiendo acompañarlo con el documental «Memorias de un mexicano», de Carmen Toscano. Con escenas reales de Salvador Toscano que le tomó al Presidente Porfirio Díaz, durante la Revolución Mexicana y hasta los años 20. La narración la hace Manuel Bernal.
20 de noviembre de 1910:
Francisco I. Madero mandó a tomar las armas contra Porfirio Díaz.
Recomiendo el libro «Gustavo A. Madero». Del autor Ignacio Solares. FCE. Vientos del pueblo.
Cuenta la historia del hermano del Presidente, el que pocos conocen pero siempre acompañó a Francisco, incluso le advirtió que se cuidara de los militares porfiristas pero nunca le hizo caso su hermano.
En febrero de 1913, se dio el «Golpe militar», contra el Presidente Francisco I Madero. En la famosa «Decena trágica», en la Ciudadela.
Gustavo A Madero fue torturado (le destrozaron un ojo), y asesinado de una manera cruel por los soldados de Victoriano Huerta. Esa vez el embajador de EUA apoyó el Golpe militar.
Yo pregunto: ¿Estamos preparados para defender a la Presidenta Sheinbaum en contra de un Golpe militar? ¿Qué papel jugaría la actual embajada de EUA en México? ¿Cuántos soldados van a defender a Claudia Sheinbaum y cuántos la van a traicionar? ¿El pueblo mexicano tendríamos que estar armados ante un Golpe militar?
Cito el libro:
«Por la noche, Gustavo A. Madero fue conducido a La Ciudadela, donde los generales Félix Díaz y Manuel Mondragón le entregaron a la chusma asesina, soldados ebrios, algunos de ellos de diecisiete y dieciocho años, alumnos de la Escuela Militar de Aspirantes…
Su cadáver, según el ingeniero Javier J. Pani, presentaba treinta y siete heridas…»
Recomiendo la película “Cuartelazo «, del director Alberto Isaac.
21 de noviembre de 1922:
Murió Ricardo Flores Magón, en una cárcel de EUA. Aunque muchos aseguran que lo asesinaron por ser anarquista.
Es el precursor de la Revolución Mexicana. Me identifico mucho con él, porque yo también escribo artículos de opinión, encaminados a que la gente me lea para generar un cambio social.
Él fundó el periódico «Regeneración», donde llamaba a combatir la dictadura de Porfirio Díaz. También escribió en «El hijo del Ahuizote».
Fue encarcelado alrededor de 7 veces, donde poco a poco se fue pudriendo su cuerpo y su salud.
Gracias a él y a sus compañeros que crearon los clubes liberales por todo el país, la gente se informaba y empezaba a organizarse. Fue fundamental el Partido Liberal mexicano.
Sus ideas sobre el sindicalismo quedaron plasmadas en la constitución mexicana.
Recomiendo el libro «Magón un anarquista en la Revolución Mexicana». Del autor Armando Bartra. FCE. Vientos del pueblo.
A quien le platiqué que me presenté en Chetumal para comentar su libro.
Allá me ayudaron Alma Alvarado y Bran Guillén, así como otro compañero del Instituto de Formación Política (que apenas conocí y lamentablemente no recuerdo su nombre).
Cito el libro:
«El precedente, piensa Ricardo, está en Benito Juárez:
Juárez expropió al clero y sus bienes raíces -escribe en ‘Regeneración’- durante la Guerra de Tres años, en medio de la lucha, a pesar de los consejos de los que querían que la expropiación se decretase en un Congreso, cuando la paz fuera restablecida.
Juárez dijo que en tal caso se necesitaría una nueva revolución para llevar a cabo esa obra sí se la dejaba para cuándo la paz fuera hecha, porque los clérigos no iban a quedarse con los brazos cruzados. Imitemos a Juárez en la toma de la posesión de la tierra…»
Por cierto, López Obrador hace años, publicó su periódico “Regeneración «, en honor al que fundó Flores Magón.
Y su partido Morena significa «Movimiento de Regeneración Nacional». En 1922 el Presidente AMLO nombró ese año, dedicado a él.
Recomiendo la película: «Ora sí, tenemos que ganar». Del director Raúl Kamffer.
26 de noviembre de 1919:
Fue fusilado el general Felipe Ángeles, en Chihuahua, en un juicio militar inconcebible, su único delito era apoyar a Pancho Villa.
Es por eso que, el Presidente de la República, Venustiano Carranza, lo mandó asesinar. No había otra justificación.
Felipe Ángeles era soldado de carrera. El Presidente Francisco I. Madero lo nombró director del Colegio Militar.
Después del «Golpe militar» de Victoriano Huerta, Mondragón, Félix Díaz y demás sublevados, quienes asesinaron a Madero, el general Felipe Ángeles se fue junto a Pancho Villa, para enfrentar a los golpistas.
Así Felipe Ángeles y Pancho Villa conformaron la «División del Norte», el ejército más poderoso de la Revolución, con más de 20 mil combatientes.
Ángeles era artillero y eso le sirvió a Villa para ganar épicas batallas, quizá las más hermosas, como la de Coahuila, y sobre todo, la toma de Zacatecas, que gracias a Ángeles, Rodolfo Fierro, Villa y Tomás Urbina, destrozaron al ejército federal del borracho de Victoriano Huerta, quien al poco tiempo renunció.
Ángeles fue quizá el militar con más corazón noble que tuvo la Revolución.
Recomiendo el libro «La batalla de Zacatecas». Del autor Alberto Calzadíaz. FCE. Vientos del pueblo.
El cual comenté en Cozumel, gracias al apoyo de su presidente municipal José Luis Chacón, así como del profesor Saturnino Magaña, Subdirector de Educación, y a mi amiga Eva Merino, encargada de la biblioteca.
Cito el libro:
«Llegamos a Zacatecas cuando todavía no se levantaba el campo de batalla… La calzada de Guadalupe estaba sembrada de cadáveres de soldados federales… Por donde quiera había caballos muertos, uniformes arrojados aquí y allá, que soldados sitiados arrojaban…
Había manchas de sangre en las aceras, y en medio de las calles, los grandes hacinamientos de cadáveres que ya entraban en descomposición…
Yo añado, y en lugar de que Carranza premiara a los villistas, Venustiano destituyó a Felipe Ángeles como sub Secretario de Guerra.
El Presidente López Obrador, nombró al aeropuerto militar de Santa Lucía, en Hidalgo (su tierra), como «Felipe Ángeles, en su honor.
Recomiendo la película «La Cucaracha». Del director Ismael Rodríguez. Con María Félix. La cual también proyecté aquella vez, en Cozumel.
28 de noviembre de 1911:
El Ejército Libertador del Sur, de Emiliano Zapata, proclamaron el «Plan de Ayala», en Ayoxuxtla, Puebla. Fue redactado por el profesor Otilio Montaño.
Ahí llamaban a tomar las armas contra Francisco I. Madero, pues lo consideraban traidor al «Plan de San Luís», ya que nunca le interesó la restitución de las tierras a los campesinos, a manos de los ricos hacendados.
Ese «Plan de Ayala», fue la bandera revolucionaria de los Zapatistas.
Recomiendo el libro «El asesinato de Zapata». Del autor Felipe Ávila. FCE. Vientos del puebl.
Aunque no habla de la época del «Plan de Ayala», yo quiero recalcar que el ejército de Zapata se enfrentaron a los gobiernos de Porfirio Díaz, de Victoriano Huerta (ambos dictadores), y de Venustiano Carranza.
Los Zapatistas, a diferencia de los villistas, no tenían con qué ni por dónde ni con quién comprar u obtener armas y municiones, porque estaban encerrados o cercados en el sur, por Morelos.
En cambio, los villistas tenían toda la frontera con EUA para comprar o traficar con armamento.
Sin embargo, al zapatismo lo defendían los pueblos, por eso, Carranza no lo podía derrotar. Hasta que le ordenó y pagó al soldado Guajardo para que se infiltrara, traicionara y asesinara a Emiliano Zapata, en la hacienda de Chinameca.
Cito el libro:
«Advertimos que el general Zapata entraba en el casco de la hacienda y que la guardia le tocaba el saludo de honor. Una y dos veces tocó, pero al sonar por tercera vez, los clarines fueron interrumpidos por una descarga de los soldados de la guardia que estaban apostados a la entrada, presentando armas y haciendo los honores…
Así murió Zapata. Con su muerte, el zapatismo, que había sido el movimiento más persistente y radical de toda la Revolución Mexicana, entró en su fase más aguda de declive…»
Recomiendo las películas: «Enamorada», del director Emilio «el Indio» Fernández. Y «La escondida», del director de Roberto Gavaldón. Ambas con María Félix.
4 de diciembre de 1914:
Se reúnen Pancho Villa y Emiliano Zapata, en el centro de Xochimilco. Ese lugar luego fue una zapatería y quedó olvidado hasta que el gobierno de Morena lo rescató. Conozco ese sitio, porque varias veces por ahí caminé, cuando viví en Xochimilco.
Villa llegó en coche, con su incondicional Rodolfo Fierro, así como con Roque González Garza y su taquígrafo, (entre otros), ellos, anotaron todo el diálogo entre Zapata y Villa.
No hay fotos pero sí ese diálogo por escrito.
Básicamente, los dos revolucionarios simpatizaron mutuamente, porque su causa era para defender a los pobres, en contra de Carranza, a quien veían como un rico catrín.
Pactaron ayudarse militarmente, uno tomaría el Norte y el otro el Sur, con sus respectivos ejércitos.
En Xochimilco, Pancho Villa probó y disfrutó los tamales y el mole de guajolote, pero tosió al beber un sorbo de mezcal que le invitó Zapata, pues Villa era abstemio.
La casa de ese encuentro, pronto será museo histórico, de parte del gobierno federal.
No hay libro sobre eso, en la colección mencionada pero recomiendo el librito «Fusilados», de la autora Nellie Campobello, que a su vez forma parte de su libro «Cartucho», que narra parte de la vida de revolucionarios villistas en Chihuahua.
De alguna forma esa esencia se fue con Villa a Xochimilco.
Por ejemplo, habla de la muerte de Felipe Ángeles, quien estaría en México, en el desfile de diciembre de 1914. Su único delito fue haber luchado junto con Villa.
Cito el libro:
«Antes de todo -dijo Ángeles- deseo dar las gracias al general Otero por las atenciones… Sé que me van a matar, quieren matarme, este no es un Consejo de Guerra… Yo andaba con Villa porque era mi amigo; al irme con él para la Sierra, fue para aplacarlo, yo le discutía, y pude quitarle muchas cosas de la cabeza…»
Ya lo habían fusilado (a Felipe Ángeles). Fui con mi mamá a verlo, no estaba adentro de la caja, tenía un traje negro y algunos algodones en las orejas, los ojos bien cerrados…»
También el libro menciona a Tomás Urbina y a Rodolfo Fierro (quien sale en la famosa foto en Palacio Nacional), incondicionales de Villa.
Cito:
«Tomás Urbina nació en Nieves, Durango. Caballerango antes de la Revolución. La Sierra, el sotol, la acordada hicieron de él un hombre como era…
Un hombre que atraviesa la Sierra necesita ir armado y a veces necesita matar…
La Revolución y su amistad con pancho Villa hicieron de él un soldado de la Revolución… Llegó a general porque sabia tratar hombres y tratar bestias. Llegó a general porque sabía de balazos y sabía pensar con el corazón…
(Contexto mío: Aquí Fierro le traía ganas de matar a Urbina pero Villa defendió a Tomás.)
Sigo con la cita: Entonces Rodolfo Fierro mandó que subieran al general Urbina al automóvil… Con ellos subió el mismo Fierro… Salió el automóvil escoltado… Al estar arriba se detuvo tantito, y por más que corrieron los montados, ya ni el polvo le vieron, porque se fue casi desbocado hasta llegar a Las Catrinas.
Allí están las tumbas, una de ellas dice: Tomás Urbina.»
(Contexto mío, ahí no murió Fierro, él se ahogó en otro momento , en una laguna, cargando oro).
Recomiendo la película «La bandida», con el director Roberto Rodríguez. Con María Félix.
Aquí hago un paréntesis, porque mi amiga Nataly García, me comentó sobre la Revolución Mexicana: «Es la época mexicana que más disfruto. Y que más representatividad tiene para algunos movimientos».
Entonces decidí dedicarle la recomendación de este librito de un autor, de la tierra de ella: Tamaulipas.
El libro narra la vida de Alberto Carrera quien fue un revolucionario que en sus inicios enseñó en la escuela, igual que mi amiga Nataly, quien es profesora, y por eso la admiro.
El libro se titula «El carrerismo 1911- 1917. La Revolución en el triángulo ixtlero». Del autor José Ángel Solorio, nacido en Río Bravo, Tamaulipas. FCE. Vientos del pueblo.
Cito la obra:
«Alberto Carrera Torres nació en la comunidad de Artajeas, municipio de Bustamante, Tamaulipas, el 23 de abril de 1887…
Alberto, llevaba la consigna no sólo de educar en la escuela del lugar, a los hijos de rancheros, peones y hacendados, sino iba también con la responsabilidad de hacer trabajo organizativo contra el porfirismo…
La gente de esos parajes la conocería a partir del siglo XVII en Tamaulipas simplemente con el nombre de ‘Lechuguilla’.
A la fibra que se obtenía de ella se le denominó con un hombre que definiría por décadas la vocación económica de la región: Ixtle…
El movimiento político – militar que encabezó Cabrera Torres en Tamaulipas, San Luís Potosí, Guanajuato, Aguascalientes, y Nuevo León, de 1911 a 1915 navegó sobre varias coyunturas…
Fue una máquina de guerra eficiente y triunfal para sus dos primeros aliados: el maderismo y el constitucionalismo.
Su declinación en el teatro de la guerra revolucionaria comenzó con los agobiantes y dolorosos padecimientos, secuela de la amputación de su pierna.
Su filiación al proyecto de la Soberana Convención de Aguascalientes en noviembre de 1914 y su adhesión posterior a las filas villistas, que lo arrastraron en su destino trágico a prisión a finales de 1915 y a su ejecución por tropas del general Luis Caballero en febrero de 1917.»
Recomiendo las películas: «Juana gallo», del director Miguel Zacarías. Con María Félix. Y «La Generala», del director Juan Ibáñez. Es la última que filmó María Félix, en toda su carrera.
6 de diciembre de 1914: Zapata y Villa en Palacio Nacional.
«La División del Norte,» del general Pancho Villa, junto al «Ejército Libertador del Sur», del general Emiliano Zapata, entraron a caballo al zócalo de la Ciudad de México, alrededor de 50 mil revolucionarios desfilaron. Entre ellos, el general Felipe Ángeles.
Ahí es cuando el pueblo pobre y campesino tomó el poder, aunque sea por un instante. Es uno de los momentos más hermosos de la Revolución.
Adentro, en Palacio Nacional, es cuando Villa se sienta en la «Silla del águila», y sale junto a Zapata, también se ven el profesor Otilio Montaño (quien redactó el ‘Plan de Ayala’, y Rodolfo Fierro, alias ‘el Carnicero ‘, incondicional de Villa), en una de las fotos más famosas de la Revolución Mexicana.
Por cierto, se dice que, Eufemio Zapata, hermano de Emiliano, quería quemar la famosa «silla presidencial», porque echaba a perder a los hombres.
No había una como tal, pero la más parecida, se la robó Venustiano Carranza cuando en 1920 huyó del Palacio Nacional.
Hay una foto donde los Zapatistas están comiendo en el café de Sanborns ahora «De los Azulejos». Se dice que de ahí viene el delicioso «café de olla», que cargaban los Zapatistas para despertar a la tropa.
Los catrines y burgueses no podrían creer que ahí anduvieran los más desvalidos pero valientes de la Revolución Mexicana.
Recomiendo el libro «Pancho Villa», del autor Pedro Salmerón, quien lo presentó en octubre pasado, justo en el zócalo capitalino. FCE. Vientos del pueblo.
Cito el libro:
«El proceso revolucionario que desembocó en la ocupación de la capital por los ejércitos de Villa y de Zapata hizo a los campesinos mexicanos actores, protagonistas conscientes de su vida y de su historia.
La revolución campesina cambió de manera definitiva la vida de México en al menos tres aspectos centrales:
La movilización popular y la nueva forma de participación colectiva en la vida pública; la consagración de los derechos sociales en la Constitución, y la Reforma Agraria que destruyó el latifundio como eje de la vida económica nacional, aplastando el principal obstáculo para el desarrollo del capitalismo».

