Isidro Santamaría Casanova, dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo, denunció una campaña de persecución política en su contra por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), a la que acusa de fabricar delitos y actuar bajo consigna para despojarlo del liderazgo sindical y entregar la organización a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
De acuerdo con el propio Santamaría, la noche del lunes agentes ministeriales intentaron detenerlo, sin mostrarle orden judicial alguna. El operativo ocurrió, dijo, “de forma ilegal y premeditada”.
“Mientras la Fiscalía distrae recursos en una persecución política, la violencia real se cobra vidas inocentes”, denunció el líder sindical.
Santamaría, quien enfrenta una investigación por un presunto homicidio del año 2018 en calidad de inductor, afirmó que el expediente es una fabricación. Aseguró que no existe autor material identificado, que los testigos fueron presionados para declarar y que no se le ha permitido acceso a la carpeta de investigación. “Buscan quitarme del camino y poner a alguien obediente. Esto no es justicia, es política sucia”, señaló.
El dirigente también señaló que su caso se enmarca en una escalada de violencia y ataques contra líderes sindicales en Quintana Roo, una situación que, según él, pretende sembrar miedo entre los movimientos obreros independientes. Recordó los asesinatos de:
Evaristo Gómez Díaz, exlíder cañero del sur del estado, ejecutado junto con su chofer y escolta el 12 de mayo de 2025.
César Augusto Contreras Arteaga, dirigente de la UNTRAC en Cancún, asesinado de tres disparos en la delegación Alfredo V. Bonfil el 25 de julio de 2025.
José Antonio Delgado González, conocido como “Felipillo”, líder cañero del sur, hallado con signos de tortura en agosto de 2025.
Mario Machuca Sánchez, exdiputado y líder de la CROC en Benito Juárez, ejecutado el 4 de agosto de 2025, crimen que —según Santamaría— fue planeado por una exdelegada de la CATEM en Tulum, quien presuntamente coordinó con grupos criminales la logística del ataque.
El líder de la CTM aseguró que todos estos casos muestran un patrón: “Primero difaman, luego fabrican delitos, y cuando eso no funciona, eliminan físicamente a los dirigentes incómodos”.
Asimismo, denunció que existen acuerdos cupulares entre funcionarios estatales y representantes sindicales que buscan desmantelar la estructura histórica de la CTM en Quintana Roo para transferir su influencia y contratos laborales a la CATEM. “Quieren borrar décadas de lucha obrera y entregar el movimiento a intereses ajenos al trabajador”, afirmó.
Mientras tanto, la CTM vive un clima de tensión e incertidumbre. La Fiscalía mantiene abierta la investigación contra Santamaría, quien cuenta con un amparo en trámite para evitar su detención. La militancia sindical, por su parte, exige que se respete el debido proceso y que cese la criminalización de sus dirigentes.
Información: La Palabra del Caribe

