A 57 años de la matanza de Tlatelolco: un dato curioso sobre García Harfuch y su vínculo familiar con 1968

La presidenta Claudia Sheinbaum conmemoró el reconocimiento político de la matanza de estudiantes sucedida el 02 de octubre de 1968 a manos del ejército mexicano por órdenes del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, máximo símbolo de la violencia con la que gobernó la dictadura priísta.

Ciudad de México, 2 de octubre de 2025. – En el marco del aniversario de la matanza del 02 de octubre de 1968 en Tlatelolco, uno de los episodios más oscuros de la historia moderna de México, resurge un dato curioso que vincula al actual político y secretario de Seguridad Ciudadana del Estado Mexicano, Omar García Harfuch, con aquel hecho histórico.

El abuelo de García Harfuch, el general Marcelino García Barragán, fue el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y, por lo tanto, la máxima autoridad militar cuando se ordenó el operativo en la Plaza de las Tres Culturas que terminó en la represión y asesinato de estudiantes, activistas y civiles.

Si bien la responsabilidad histórica recae en las decisiones de Estado del régimen de Díaz Ordaz, la figura de García Barragán ha sido mencionada en numerosos estudios y testimonios sobre el movimiento estudiantil de 1968.

El hecho cobra relevancia no solo como parte de la memoria histórica, sino también porque coloca al apellido García Harfuch en un arco generacional que enlaza a dos momentos clave de la vida política ya que su padre también fue un político del PRI-Estado, García Paniagua fue dirigente nacional del partido hegemónico en el sexenio de López Portillo y en el libro de sus memorias menciona que la competencia interna para la sucesión presidencial (decidida por dedazo) fue entre Miguel de la Madrid y Javier García Paniagua, padre de Omar García Harfuch.

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Cada 02 de octubre se recuerda que la memoria histórica no se borra, y este tipo de conexiones familiares entre protagonistas del pasado y figuras del presente alimentan el debate sobre la continuidad y la auténtica transformación de las instituciones del país.

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