El PRI, un partido históricamente asesino

Por Sergio Lugo

¿Cuántas veces habrán intentado asesinar a Gerardo Fernández Noroña?

Quizá los más viejos en la política, lo recuerdan cuando se manifestó en Cancún, en contra del Presidente neoliberal de Ernesto Zedillo, en los 90. Ese presidente (que llegó al poder, gracias al asesinato de Colosio), a la Izquierda les llamaba «globalifóbicos».

Ahí se encontraba el Estado Mayor Presidencial (los militares que mataban bajo las órdenes del Presidente), detuvieron a Gerardo y él tenía que ir a firmar a Cancún, una vez al mes.

En aquella época Gerardo defendía a un grupo de deudores, poco a poco se fue haciendo famoso, porque desde el PRD él criticaba al PRI. Y en varias ocasiones Gerardo se manifestaba afuera de Palacio Nacional en el DF, e incluso se amarraba a una balla, y así se lo llevaban detenido los policías.

Después, creo que todo México lo conoció y la mayoría nos identificamos con él, cuando Fernández Noroña era una especie de vocero del PRD y desde ahí señalaba a los represores del PRI.

Gerardo siempre se manifestaba por la resistencia pacífica, una especie de protesta tipo Luther King y Gandhi. Él llegaba, arengaba, se sentaba en el suelo, y así se lo llevaban detenido los policías.

Gerardo renunció al PRD en 2008 cuando se apoderaron los «Chuchos», con Jesús Ortega, acompañado de Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, Acosta Naranjo, y de la mano del PAN.

En 2009 el PT hizo diputados federales «pluris», a líderes históricos de la lucha anti neoliberal: Ifigenia Martínez, a Porfirio Muñoz Ledo, a Fernández Noroña, Laura Itzel Castillo -hija de Heberto Castillo, (y ahora es la nueva Presidenta de la Mesa Directiva del Senado, por Morena), todos ellos legisladores sin ser militantes del PT, entre otros. Unos cuantos diputados de Izquierda o progresistas se enfrentaban a la maquinaria de la Derecha del PRI y PAN.

En 2010 llegué a trabajar en la Cámara de Diputados federal, gracias a mí amigo y paisano de Guerrero, Cuauhtémoc Sandoval, quien era el Secretario Técnico, del diputado Muñoz Ledo, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Ahí varias veces miré en persona a Fernández Noroña, quien en esa época era amigo de Porfirio. Ambos eran muy inteligentes.

Es cuando Gerardo le decía en su cara a García Luna que era un narcotraficante, varias ocasiones. También, criticaba en su cara a Javier Lozano, el fascista Secretario del Trabajo, de Calderón, que dejó sin trabajo, a los obreros del sindicato de Luz y Fuerza del Centro.

Pero la televisión comercial lo censuraba, o se burlaban de él. Con eso, Fernández Noroña se ganó la simpatía de millones de mexicanos.

Hoy García Luna está preso en EUA por narcotráfico.

En esa época, el político de Izquierda que más querían en mi tierra Guerrero era López Obrador, y me atrevo a decir, que el segundo más solicitado era Fernández Noroña, siempre los pedían para que fueran a los mítines del pueblo.

En esa época, Marcelo Ebrard era el Jefe de Gobierno de la CDMX pero él no prendía entre los campesinos y obreros de Guerrero, porque lo veíamos como un catrín, en cambio, Ebrard provocaba una especie de orgasmo entre los panistas taxqueños y empresarios de Acapulco, porque lo sentían como un hermano burgués (todavía).

Incluso Ebrard, invitó a Ángel Aguirre para que dejara al PRI y fuera el candidato a gobernador de Guerrero pero por PRD, así fue y ganó. Ellos junto con otros gobernadores «Chuchos» como Graco Ramírez, o Arturo Núñez de Tabasco (su hijo Néstor es ahijado político de Monreal), se aliaron en bloque para impulsar a Ebrard como candidato presidencial en 2012 y atacar a López Obrador y al naciente Morena.

Por cierto, hace unos días, Claudia Sheinbaum estaba en Guerrero, y no aceptó un regalo que le mandó Ángel Aguirre, porque cuando él fue Gobernador de Guerrero, es cuando desaparecieron a los estudiantes de Ayotzinapa, en Iguala, en 2014.

En cambio, Fernández Noroña se mantuvo en la Izquierda, que sí bien se alejó del movimiento de AMLO y de Morena, nunca se alió ni con los «Chuchos», ni con la Derecha del PRI.

A Fernández Noroña lo llevamos en dos ocasiones al sindicato de mineros que desde 2007 están en huelga. Y decenas de veces estuvo en varias partes de Guerrero, la prensa local documentó su cálido recibimiento.

Gerardo de 2012 a 2018 no tuvo cargo público, aún así lo seguíamos invitando a Guerrero, y se dedicó a recorrer al país, su popularidad subía.

En esa época, yo no entendía que Fernández Noroña, siempre en sus redes sociales, publicaba dónde estaba y a dónde iba. Pero quizá lo hacía públicamente, por sí sufría algún atentado.
Los gobiernos de Felipe Calderón y de Peña Nieto, fueron sangrientos porque el narco se apoderó de ellos y porque el PRI y el PAN persiguieron y mataron a muchos políticos de oposición.

Un ejemplo es a mi compañero el luchador social, Guillermo Sánchez Nava, el «Sam», a quien el PRI de Guerrero, allá por el 2015, lo golpeó y dejó en estado vegetativo.

La mafia del PRI y del PAN a varios de mis compañeros de partido, y amigos, los mandó torturar, y asesinar.

Y si me voy a la historia, no terminaría de contar cómo los gobiernos del PRI en los 60 y 70, enviaron miles de soldados a Guerrero, para asesinar a campesinos y guerrilleros, la orden era exterminar a pueblos enteros de ese estado. Una especie de genocidio.

Y recientemente, durante el gobierno de Ruiz Massieu -1987 a 1993- (cuñado e íntimo de Carlos Salinas), y de Rubén Figueroa Alcocer -1993 a 1996- (compadre de Zedillo), mandaron torturar y asesinar, a alrededor de 300 perredistas en Guerrero, y a nivel nacional, fueron asesinados alrededor de 500 perredistas (según estimaciones de Encinas y de AMLO).

En los 90 trataron de matar a mi paisano Félix Salgado Macedonio, porque se enfrentaba al PRI, que vale decir, también lo acabaron las drogas y el alcohol, lo bueno es que ya vive más saludable. Hoy es imparable en las encuestas para gobernador de Guerrero, por Morena ¿lo intentarán asesinar nuevamente?

Siguiendo en el plano institucional, pero nacional ¿Cuántas veces habrán intentado matar a López Obrador desde que estaba adentro del PRI tratando de cambiar al PRI?

¿Cuántas veces habrán intentado asesinar a Cuauhtémoc Cárdenas, desde 1988?

¿Cuántas ocasiones habrán intentado matar a Porfirio Muñoz Ledo desde que «interpeló» al Presidente Miguel de la Madrid, el 1 de septiembre de 1988 en la Cámara de Diputados federal?

¿Cuántas veces habrán intentado matar a Fernández Noroña en esa época (2008 a 2018? ¿Alguna venganza de García Luna?

De 2012 a 2018 Gerardo no tuvo cargos públicos, pero se dedicó a vender libros (como yo), en su casa de vecindad de Santo Domingo en la CDMX (él dijo que la adquirió gracias a su amiga la «Chata Campa», (hija de Valentín Campa). Transmitía en YouTube y tenía video columna en SDP.

En 2018 Fernández Noroña volvió a ser Diputado Federal, arrasó. Y desde entonces se volvió más popular, incluso entre los jóvenes, porque ya eran más fuertes las redes sociales para transmitir sus mítines e intervenciones en el Congreso (se reeligió en 2021). En 2009 Televisa nos censuraba.

Tuve el gusto de compartirle el número de celular de Fernández Noroña a Félix Salgado Macedonio allá por 2021 cuando era aún pre candidato a gobernador de Guerrero, al poco tiempo, Fernández Noroña ya estaba en Guerrero apoyando al «Toro sin cerca».

¿Qué tienen en común? Que son auténticos en su forma de hablar, de vestir, y de actuar. Con todos sus errores y defectos. Y que tienen una conexión genuina con el pueblo, porque hablan su lenguaje.

Por eso, los odian la burguesía de la Derecha, y de la que está infiltrada en Morena y la 4T. Esos Conservadores los ven como «nacos», y vulgares. Tan ligado está Fernández Noroña con el estado de Guerrero, que tuvo como su Secretario Técnico, de la Mesa Directiva, al abogado y ex diputado federal Rubén Cayetano, nacido en Guerrero.

Justamente esos burgueses infiltrados de la 4T que lean este artículo, van a empezar a denostar a Fernández Noroña. Ya estoy esperando sus reacciones. Porque prefieren ver a un catrín de «buenos modales».

Sé que él tiene defectos como su temperamento. O quizá lo cuestionan por su estilo de vida personal. Pero siempre es solidario con el pueblo. Cuando fue Diputado en 2009 recuerdo verlo en los pasillos de la Cámara hablando con las compañeras que hacían la limpieza, y no conocían sus derechos laborales.

Entre 2019 y 2021, lo trajimos a Playa del Carmen, en un par de ocasiones, e igualmente, lo llevamos a Cozumel, y siempre fue atento con sus seguidores.

Ya he escrito varios artículos sobre Fernández Noroña, como cuando fue de pre candidato de la 4T a Bacalar en 2023.

O en su visita más reciente a Cancún, como Senador, este 2025, esa última vez, la mayoría de los políticos pesados de Morena y la 4T fueron a reunirse con Fernández Noroña tanto en su mitin, como en una reunión privada en Cancún. Ese fue un termómetro. Y no se diga, el pueblo de abajo. Esa ocasión, mi artículo lo titulé «El bellaco en Cancún».

Hace unos meses, escribí mi artículo «El Plan D», que era revisar a los militares y policías y guardaespaldas, por si intentan hacer un «Golpe militar». O un atentado a algún político de Izquierda. Hoy estoy convencido de eso.

La Derecha en México, está derrotada electoralmente, el PRI a punto de perder su registro. ¿Qué les queda? El odio y rencor para la venganza.

El ejemplo de Alito Moreno es genial, es igual que un feminicida: primer paso agrede verbalmente a una mujer, segundo paso la golpea, último paso, la asesina. Y Alito primero insultó verbalmente a Fernández Noroña hace algunas semanas, ayer lo golpeó, y mañana va intentar mandar asesinarlo.

La Presidenta Claudia Sheinbaum debe actuar ya. Muchos consideramos que AMLO no quiso destruir al PRI, cuando la mayoría votamos por el sí, al juicio a los expresidentes, en esa consulta ciudadana.

Ahora tenemos mayoría legislativa para desaforar a Alito, a Rubén Moreira (ligado al narco), y al diputado Carlos Gutiérrez Mancilla del PRI, (que tiene cara de asesino , y su comportamiento es el de un Halcón de 1971), él golpeó (igual que Alito), a un fotógrafo, Emiliano González, que es empleado del Senado y creo trabaja con Gerardo. También los legisladores priístas Pablo Angulo, Erubiel Alonso, y Manuel Añorve (éste quiere ser gobernador de Guerrero, pero lo derrota «el Toro sin cerca»).

En varios videos se ve cómo primero Lilly Téllez da instrucciones, y sale del recinto unos 20 minutos antes de la provocacion.

Al poco tiempo, Alito sube a la Mesa Directiva junto con los otros 5 del PRI mencionados, para rodear a Fernández Noroña de las dos salidas. Sólo quedaban dos mujeres legisladoras de la 4T. Dolores Padierna se comportó muy valiente.

Un agravio: mientras cantaban el himno nacional, Alito fue hasta la Mesa Directiva para provocar a Gerardo, quien no le hizo caso y siguió entonando el himno nacional, es claro que a Alito no le importó estar en el Pleno del Senado y no cantar nuestro himno como mexicano. ¿No es un «vende – patrias» igual que Lilly Téllez?

Es evidente que el PRI tenía todo planeado, y lo que buscaban era provocar a Fernández Noroña para hacerlo ver como un violento, cuando justamente esos del PRI también golpearon al fotógrafo. El PRI siempre ha sido el de los perros, el de la provocación, el de los asesinatos.

Deberían encarcelarlos, mano dura, castigo ejemplar.

Inmediatamente, los medios de Derecha como José Cárdenas, Ciro Gómez – Leyva,
López Dóriga, Azucena Uresti (quien está molesta con Gerardo porque la exhibió cuando vivió en un departamento de lujo en Reforma), empezaron su «nado sincronizado» de que Gerardo inició la pelea, todo planeado.

El gobierno de AMLO no se atrevió, pero la Presidenta Sheinbaum, Morena y la 4T deben dejar su corazón misericordioso y aplastar en todos los aspectos al PAN Conservador y neoliberal, así como al PRI asesino.

¿O van a esperar un atentado?

¿Por qué ese odio de la Derecha? Porque de todos los posibles, pre candidatos presidenciales de Morena y la 4T (y que han alzado la mano), rumbo al 2030, Fernández Noroña, es quien tiene más simpatía con el pueblo de a pie.

También me gustaría que fueran pre candidatos: Martí Batres y Alejandro Encinas, porque son de Izquierda, el primero viene desde el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), y el segundo, más atrás, desde el Partido Comunista Mexicano (PCM). Y obviamente, Clara Brugada.

¿Por qué la Derecha no ataca o agrede a Omar García Harfuch y a Marcelo Ebrard? Porque son posibles candidatos que tendrían la aprobación del gobierno de Estados Unidos, de Trump, dada su cercanía al neoliberalismo y porque la burguesía y empresarios de México, (hasta de la 4T), los miran con ojos de aristocracia, de abolengo.

Hagan este ejercicio: de este 2025 al 2030 observen los mítines o eventos públicos de Clara Brugada, Martí Batres, Alejandro Encinas, y de Fernández Noroña, qué tipo de mexicanos se acercan a ellos por gusto: el pueblo de abajo.

¿Y qué tipo de mexicanos y extranjeros se acercan o coquetean en los eventos de García Harfuch y de Marcelo Ebrard? Ahí esta la respuesta.

La historia me da la razón: el ingeniero Heberto Castillo, (nacido el 23 de agosto de 1928), fue profesor de la UNAM y amigo del general Lázaro Cárdenas.

En 1968 el gobierno del PRI de Gustavo Díaz Ordaz (quien mandó asesinar a alrededor de 300 estudiantes), envío a la cárcel a Heberto Castillo, justamente por apoyar a los jóvenes.

Cuando llegó Echeverría a la presidencia, liberó a Heberto Castillo, y trató de cooptarlo, pero no se dejó, y entonces lo mandó golpear, luego se reunió con él y le dijo – «Mire nada más cómo lo dejaron», le habían roto unas costillas. Y Heberto Castillo tampoco se dejó cooptar.

Echeverria y los demás gobiernos del PRI no se atrevieron a matarlo, porque Heberto Castillo ya era muy famoso a nivel internacional, como profesor y como ingeniero, hasta inventó la «Tridilosa», un material para construcción de buena calidad.

Entonces, en 1974 Heberto Castillo fundó el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) de Izquierda, y en respuesta, Echeverria fundó el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) un partido palero que siempre legitimaba al PRI. De ahí salieron Aguilar Talamantes, con Jesús Ortega, Carlos Navarrete y Graco Ramírez (que luego serían «los Chuchos» traidores del PRD).

La grandeza de Heberto Castillo alcanzó la trascendencia cuando en 1988 cedió su candidatura presidencial (del PMS) al también ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, para crear el Frente Democrático Nacional (FDN) y así enfrentar al PRI de Carlos Salinas quien nos hizo fraude electoral y mandó reprimir.

Ahora, parece que, en una parte del gobierno, una parte de Morena, y una parte de la 4T no conocen la Ley de Herodes.

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