Gira de Armando Bartra en Quintana Roo

Por Sergio Lugo

Del 9 al 11 de agosto, el escritor Armando Bartra, presentó su libro «Suku’un Felipe Carrillo Puerto», en Cancún, Playa del Carmen, Bacalar y Chetumal.

Tuve la fortuna de acompañar en todos esos municipios, y de comentar su libro en los tres primeros.

Fue una experiencia increíble. Agradezco a la Gobernadora Mara Lezama por darme a esa oportunidad. Lo mismo al diputado Jorge Sanen, y también a Johana Acosta y a Bernardo García.

Originalmente, ellos habían programado a Bartra para sólo dar una conferencia en Cancún, dentro del diplomado de Morena con el Instituto de Formación Política del partido.

Y como lo mencioné en mi artículo anterior publicado en este medio, previamente supe de la obra de Felipe Carrillo Puerto gracias a Ricardo González allá por el 2019. Y después, conocí el libro de Armando Bartra, allá por el 2021, gracias a mí amigo Edgar Castro Zapata (bisnieto de Emiliano Zapata), quien se lo obsequió a mi amigo William Carrillo (su bisabuelo fue primo hermano de Felipe Carrillo Puerto), quien luego me lo prestó para leerlo.

Hace un año y medio aproximadamente, saludé a Bartra en el Palacio Postal de la Ciudad de México, durante la presentación de dicho libro. Ahí le pedí que me autografiara uno para Ricardo González, y lo invité a venir a Playa del Carmen, para presentar su libro junto conmigo y William Carrillo, el escritor aceptó.

Desafortunadamente, a mi amigo William Carrillo le detectaron cáncer. Y en noviembre pasado, traje a Playa del Carmen, a Edgar Castro Zapata, para presentar su libro sobre Emiliano Zapata.

Ahí asistió William Carrillo, y mi camarada Rubén González Valverde (fotógrafo profesional) les tomó una foto a William junto con Edgar.

En ese evento, dije públicamente, que pretendíamos traer a Armando Bartra con su libro, (lo mismo dije en el Congreso en Chetumal cuando presentamos la obra de Édgar), allá estaba el diputado Saulo Aguilar quien se entusiasmó porque él llevo a Bartra a su tierra, en 2013.

William Carrillo estaba entusiasmado por esa presentación, desgraciadamente hace poco falleció por el cáncer.

Cuando supe que Bartra estaría en Cancún, le pedí al diputado Sanen también presentar su libro citado. Me respondió que sí, sólo habría que consultarlo con el escritor.

Hablé por teléfono con Bartra, le expliqué todo, le propuse ir a Cancún, Playa del Carmen, Bacalar (con el extra de Ichkabal), y Chetumal. Me respondió que sí, emocionado. Él podría quedarse unos días más en Quintana Roo.

Se lo informé a Sanen, y así empezó todo. También me ayudó bastante con las gestiones, mi camarada de Morena, Gabriel García, a quien conozco cuando él estaba en el Instituto de Formación Política.

Originalmente, yo sólo iba a comentar el libro, pero también tuve que hacerle de puente y de relaciones públicas, todo en un corto tiempo, a varios les dije, es ahora o nunca, porque Bartra tiene 84 años.

Fue un trabajo en equipo, imposible mencionar a todos.

También le agradezco la paciencia a mi compañera Sandra Montoya del Fondo de Cultura Económica (CDMX), la editorial que publicó el libro de Bartra. También nos ayudó Jacqueline Hernández.

Cancún. Sábado:

Fue impresionante, después de los protocolos, sólo estábamos al frente Armando Bartra y yo. Él habló primero, habrán sido unas dos horas.

Me dije -ya lo explicó todo, ¿qué puedo decir yo? Riéndome dentro de mí.

Pero yo estaba también emocionado, y comencé explicando lo de Ricardo y la canción «Peregrina», enseguida mostrando la foto que Rubén González le tomó a William Carrillo y a Edgar Castro Zapata, para contarles al público el significado especial de ese libro.

Hice la comparación: en 1914 se juntaron Emiliano Zapata y Felipe Carrillo Puerto en Milpa Alta. Y en 2024 se reunieron mis amigos Edgar Castro Zapata (bisnieto de Zapata) con William Carrillo (de la familia de Felipe Carrillo Puerto), y así empezó todo.

Lo demás fue comentar algunos aspectos del libro de Bartra, sobre todo, haciendo énfasis en que Morena, debería ser ese partido Movimiento como lo que fue el Partido Socialista del Sureste de Carrillo, quienes realizaban asambleas culturales (algunas para combatir al fanatismo religioso).

Y es que Carrillo era socialista, por eso era más radical que Salvador Alvarado, su partido no sólo buscaba ganar elecciones sino crear conciencia.

En 1923 Adolfo de la Huerta hizo un «Golpe militar», porque Obregón no le dio el «dedazo», para la presidencia de la República.

Entonces los hacendados yucatecos, se unieron con la Derecha y los militares golpistas para traicionar y perseguir a Felipe Carrillo Puerto.

El gobernador yucateco le solicitó armas al Secretario de Gobernación Elías Calles, no hubo respuesta positiva, al poco tiempo, fusilaron a Carrillo Puerto.

Pregunté al aire, sí ahora hubiera un Golpe militar en México, provocado por el fascismo, ¿estaríamos preparados? Creo que la respuesta se entendió: no, y nos falta más organización como partido, y tampoco tenemos armas para defendernos como pueblo.

Hace poco escribí mi artículo «El Plan D», donde pido investigar qué tipo de militares tenemos en México, para saber de alguna posible traición.

Finalmente, propuse leer en las plazas públicas, el librito «Elvia Carrillo Puerto”, de la autora Damiana Leyva Loría (FCE. Colección «Vientos del pueblo).

Y proyectar junto al mar, en varias partes de Quintana Roo, estas tres películas (que tienen algunos errores históricos), en orden cronológico, para que se entienda el contexto de donde vivieron los Carrillo Puerto:

«Casta Divina». Dir. Julián Pastor. Con los actores Ignacio López Tarso y Ana Luisa Peluffo. Cuando el general Salvador Alvarado llegó a Yucatán para enfrentar a los hacendados católicos conservadores.

«Peregrina».Dir. Mario Hernández. Con los actores Antonio Aguilar, Flor Silvestre y Sasha Montenegro. Sobre Felipe Carrillo Puerto como gobernador, y su amada Alma Reed.

Esta película dije, sería bueno, después de la proyección, que una orquesta en vivo, toque la canción «Peregrina», y canciones típicas de Yucatán.

«Un embrujo». Dir. Carlos Carrera. Con la actriz Blanca Guerra. Ambientada en los años 30, en Puerto Progreso, Yucatán. Sobre la lucha sindical, donde reciben al Presidente Lázaro Cárdenas. Está enlazada con una historia de amor prohibida y la mirada indígena.

Playa del Carmen. Sábado:

Agradezco el apoyo de la Presidenta municipal Estefanía Mercado (a Bartra le gustó su gorra que le regalaron de «Let’s Playa», y de que le quitaron ese nombre horrible de «Solidaridad»), y de Erick Paolo su Secretario particular, quien me ayudó para organizar todo bajo presión. Gracias por esa comida.

También, al camarada Santos Salazar, quien está cargo del Planetario (ahí se realizó esta presentación) el mismo lugar donde se tomaron la foto Edgar Castro Zapata y William Carrillo en 2024, y tuvimos el otro evento zapatista.

Repetí lo mismo, sólo que ahí le entregué públicamente, a Ricardo González, su libro autografiado por Bartra (del año pasado), yo lo tenía guardado en la CDMX.

Armando también habrá hablado unas dos horas.

Gracias a mis amigos que asistieron. No tuve tiempo de despedirme porque de ahí partimos para Bacalar.

Me tocó viajar en la camioneta del diputado Sanen, ahí conocí a parte de su equipo: Gaby Basilio (ella estudió y vivió en CDMX), y Renata Rugeiro (habla varios idiomas), son muy alegres e inteligentes. El conductor era «El Chiquilín», porque mide como 2 metros, de origen afro, y también es el fotógrafo oficial.

También viajaba con nosotros, Bernardo García. Luego se incorporó Alberto Calderón. Por poco nos quedamos sin cenar, porque en Bacalar casi todo estaba cerrado, en la madrugada.

Yo, en todo momento, aproveché para charlar con Bartra, ahí platicamos del diario «La Jornada», y sus articulistas de hace años, como el argentino Guillermo Almeyra. Ese periódico era un referente para mí.

Ichkabal. Domingo:

Es la zona arqueológica que tiene poco que se abrió al público. Se ubica en el municipio de Bacalar.

Ahí se me ocurrió llevar a Armando Bartra, porque sé que le gusta todo lo relacionado a los Mayas. Y «es pueblo», como se dice, porque conozco políticos de Izquierda que son fifís y nos les gusta andar ahí.

En septiembre del año pasado, estuve en Ichkabal cuando López Obrador inauguró ese lugar, el evento fue público pero al mismo tiempo cerrado, controlado.

Para poder sentarme casi hasta adelante en las sillas que colocaron de parte del gobierno, tuve que mentirles, al asegurarles que yo era ejidatario, porque esas sillas estaban reservadas para ellos (que al final no llegaron todos).
Sólo así pude despedirme de AMLO, para siempre, (hay un video donde estoy hablando con él). Unos días después, él entregó la presidencia de la República.

Previamente, hablé con Diego Prieto, entonces Director del INAH. Le platiqué mi proyecto cultural, y que me gustaría realizar presentaciones de libros y musicales en Ichkabal.

Le interesó y me puso en contacto con Ulises Leyva, quien estaba encargado de comunicación social.

A él le digo «casi paisano», porque parte de su familia es de Guerrero, (como yo), él lee mis artículos.

Sobre la visita de Bartra se lo informé porque yo quería que le dieran una bienvenida un tanto formal por parte del INAH.

Ulises me respondió afirmativamente, y me enlazó con Margarito Molina, director del centro INAH Quintana Roo, quien muy amable me respondió que conocía bien a Bartra, y a su vez, me comunicó con el arqueólogo Joaquín Venegas, quien nos dio un cálido recibimiento, y fue nuestro guía oficial.

Todos quedamos agradecidos con esa información histórica, es un joven muy inteligente.
Por ejemplo, el compañero Calderón, hasta le preguntaba a Joaquín sobre cómo hacer donaciones a ese lugar.

Bartra no es muy expresivo en su rostro, pero estaba felíz, le conté que hice todas esas llamadas para que él fuera.

Armando nos confesó que él jamás se imaginó conocer Ichkabal, ni que la zona arqueológica fuera tan enorme.

Él subió con todos nosotros, la pirámide de unos 43 metros de altura, ni se le notaba cansancio, ni sudaba, ni parecía que tuviera 84 años. Yo que soy más joven, tengo más achaques.

Creo que a todos nos relajó estar sobre esas piedras sagradas, era como una paz interior, todos alegres. Hasta una serpiente boa bebé nos recibió, quizá fue una señal de Kukulkan.

Hace cien años, Felipe Carrillo Puerto tuvo una especie de «iluminación», cuando lo llevaron a conocer Chichén Itzá, tanto que cuando fue Gobernador, inauguró una carretera para que todo el mundo pudiera llegar ahí.

Cien años después, el Presidente López Obrador inauguró otra zona arqueológica Maya, para que todo el mundo pudiéramos apreciar el lugar. (Ichkabal).

Hace cien años, la península de Yucatán estaba aislada del centro del país (todo era selva rodeada de agua), la única forma de llegar a la capital de la República mexicana, era por mar, en general, desde Yucatán, partían en barco desde Puerto Progreso, a veces iban a Nuevo Orleans, y después, al puerto de Veracruz, para luego tomar el tren o coche a la Ciudad de México. Bartra lo narra en su libro.

AMLO lo sabía perfectamente, él nació en Tabasco, su agua, (de joven, iba a comprar ropa a Belice para luego venderla, hay una anécdota, él a veces se quedaba con esas camisas, sus amigos chavos asombrados le preguntaban -¿De dónde es? A lo que Andrés Manuel respondía con orgullo – “Es americana” (de EUA), por eso sus cuates algún tiempo, en su adolescencia, le apodaron “El Americano”.

Por eso tuvo la visión del «Tren Maya», y mandó construir el aeropuerto de Tulum, que llamó «Felipe Carrillo Puerto», para conectarnos con toda península y el mundo. Aunado a que decretó el 2024, el año de Carrillo Puerto, (fecha en que fue fusilado).

Hace años, Plácido Domingo cantó con una orquesta, frente a Chichén Itzá, y dijo: -«Yo creo que ésta, no la tengo que anunciar, sobre todo en Yucatán, la van a reconocer enseguida». Y empieza la música, se trata de la canción «Peregrina», la que Felipe Carrillo Puerto, le mandó componer a su amada periodista Alma Reed, mediante Ricardo Palmerín y Luís Rosado Vega. Cada vez que miro ese video, me pongo a llorar.

Algo parecido pudiéramos hacer en Ichkabal, porque su plaza central es perfecta, como un zócalo. Tengo amigos músicos que se mueren por ir a tocar ahí, en mi cabeza ya tengo los conciertos, y el cine y la poesía.

Regresando a nuestro recorrido con Bartra, él y todos estuvimos muy felices. El diputado Sanen difundió varias fotos en sus redes sociales.

Aquí debo agradecer a mi cuate Paul Romero, Tesorero del Ayuntamiento de Bacalar, por acompañarnos, también a la Síndico Astrid González; Guillermo Tun Secretario General; Javier Padilla Oficial Mayor; y a Claudia Balam Directora de Egresos.

El presidente Chepe no estaba en el municipio, pero nos envió unas deliciosas tortas (de tradición familiar), para cuando concluimos el recorrido en la zona arqueológica.

Paul nos advirtió que no nos llenáramos porque faltaba más, sobre ese camino, de regreso, nos llevó a la comunidad «El Suspiro», a la casa de una señora para comer caldo de pollo.

Nos dieron tortillas hechas a mano, recién salidas del comal. Armando le preguntó a la cocinera que cuánto tiempo se hacía en cocinarlas, le respondió que tan sólo, media hora.

En corto, le comenté a Paul, – “con esto, no te sacaste un 10 sino un 11, porque estoy seguro que Bartra de todo este viaje, va recordar más a Ichkabal y a los caldos».

Bacalar. Domingo:

El año pasado, presentamos el libro de Édgar Castro Zapata, en Bacalar, justo un 20 de noviembre, Paul quería conocer a Édgar, porque me contó que su abuelo era de Milpa Alta (donde platicaron Emiliano y Felipe) y seguidor zapatista. Le comenté que yo pretendía llevar a Bartra para presentar su libro ahí, le agradó la idea desde entonces.

Cuando se aprobó lo de la gira de Bartra, propuse pasar por Bacalar, justo por lo anterior, y porque ahí viví unos meses. Gracias a Paul y a su equipo que se movilizaron para armar todo tan rápido.

Durante la presentación del libro, dije casi lo mismo que en Cancún, y Playa, pero más resumido. Armando también habló bastante.

Me dio gusto ver a los compañeros y amigos de Morena: Rivelino Valdivia y Cornelio Hernández quienes trabajan para el gobierno del estado en Bacalar; así como a los regidores «ChanLau» Coronado, y Perlita Rodríguez. No tuve tiempo de agradecerles su presencia.

Margarito Molina, acudió a las presentaciones del libro en Bacalar y Chetumal.

Previamente, yo había invitado a Ingrid Suárez, Rectora de la Universidad Politécnica (quien está interesada en realizar eventos culturales con nosotros) y a su papá, Ramón Iván Suárez Caamal, el poeta que compuso el «Himno a Quintana Roo», y que cantan todos los niños, en las escuelas públicas, de este estado.

Ramón le pidió a Bartra que fuera a conocer «La Casa del escritor», que él dirige.

Fuimos, el poeta le regaló libros de su autoría a Bartra, quien estuvo muy agradecido. Ahí nos acompañó Cornelio y Paul, y todo el equipo de Sanén. Le conté a Bartra, lo que me platicó hace tiempo Cornelio, que también Taibo visitó esa casa, hace un par de años y estaba felíz. El objetivo original de esa casa, era que los escritores becados por el gobierno federal, fueran a ese lugar no sólo a descansar, sino a inspirarse para escribir, (justo lo que necesito).

Chetumal. Domingo:

El diputado Sanen, invitó a Bartra al Congreso, ahí le solicitó de favor a Xomara Navarro, directora de la biblioteca de ahí, que le diera un breve recorrido por el mural, que es increíble, ella le habló cómo estaba plasmada la historia de los Mayas y del estado de Quintana Roo. Bartra quedó fascinado.

El lugar de la presentación del libro, fue el Centro internacional de negocios y de convenciones, (su arquitectura Maya, imponente), estaba abarrotado. Lo organizaron David Hernández, y el diputado Saulo Aguilar, principalmente.

Allá yo no conocía a los compañeros, pero el público era increíble, se sentía su energía carrillista.

Bartra habrá hablado unas dos horas también, así que ya no participé, ya era tarde.

Agradezco a Sandra Montoya del FCE quien desde Ciudad de México, se comunicó con la librería de la sucursal en Chetumal, por eso, pudieron llevar una mesa para vender libros de Bartra.

Qué mejor cierre, que la gente, se formó para que Bartra les firmara su libro y se tomaran fotos con él. Alma Alvarado llevó a varios chavos quienes se tomaron una foto que puso contento al escritor. Ella siempre ha sido seguidora de Carrillo Puerto.

Por motivos de logística, el FCE no pudieron vender sus libros ni en Cancún, ni Playa ni Bacalar. Pero el libro se puede adquirir por Internet en esa editorial.

Debo agradecer a dos compañeros, mujer y hombre, que nos acompañaron por toda la gira, no conozco sus nombres, lo único que sé, es que son de Morena, siempre presentes de manera discreta, pero que ponían atención a la palabra de Bartra, en todas partes. El escritor siempre estuvo acurrucado por sus admiradores.

Durante la gira, constaté que el diputado Sanen, es un factor de unidad dentro del movimiento, porque conozco a otros legisladores que son fantoches, pero Jorge siempre es muy sencillo, igual que su equipo.

Chetumal. Lunes:

El diputado Saulo Aguilar nos invitó a desayunar. Él primero conversó con Bartra, de cuando Saulo era un chavo, allá por 2013, y junto con otros fundadores del partido, invitaron al escritor, a Quintana Roo. Bartra recordaba a Saulo con su playera de Morena y su estrella comunista. Yo creo que Armando le dio consejos de vida política al joven Saulo.

Ahí nos acompañó Yadira Herrera, asistente del diputado Saulo, y Bernardo García. En ese momento le pedí al escritor que le autografiara su libro a Gabriel García de Cancún, porque nos ayudó para organizar todo.

Ahí entrevisté a Bartra en video, para plasmar su regocijo por la gira en Quintana Roo, pero para mí, la mejor entrevista que le hice, fue la no solicitada, sino platicada a lo largo del recorrido por este estado del sureste, a él le reiteré que soy magonista, zapatista, carrillista, y nacido en el «Guerrero bronco», del que Bartra escribió.

Estoy seguro de que Armando les va presumir a sus amigos en México, del trato que le dio la Gobernadora Mara Lezama y sus compañeros de Morena.

Me quedo con una de tantas propuestas que me hizo Bartra: unificar a la península de Yucatán, los tres estados, Quintana Roo, Campeche y Yucatán, en el sentido de identidad.

Yo considero que bien podría ser de dos maneras, pero acompañadas: a nivel los tres gobernadores, y también, como partido movimiento, que los militantes hagamos un encuentro peninsular de Izquierda. Gabriel ya tiene un esbozo.

Y yo sería feliz, que se retomen esas jornadas culturales que realizaban Elvia y Felipe Carrillo Puerto, con el Partido Socialista del Sureste, ahora con Morena.

El camino ya está trazado para traer a más escritores. Sólo les pido una cosa a mis compañeros organizadores: qué me dejen hablar primero para dar una breve introducción de unos 10 minutos, y luego el invitado de honor, porque yo también estoy acostumbrado a hablar dos horas, je, je.


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