En las últimas semanas, fraccionamientos completos de la zona norte y centro de Quintana Roo —además de comunidades rurales— han sufrido apagones prolongados que, ante el calor extremo, impiden descansar a las familias y echan a perder alimentos por falta de refrigeración. La inconformidad derivó en bloqueos carreteros intermitentes sobre tramos de la federal 307 y rutas estatales, usados como medida de presión ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE). (El País, Sipse, Noticaribe)

El 16 de agosto habitantes cerraron la vía a la altura de “Los Divorciados”, denunciando fallas constantes y la ausencia de cuadrillas en campo. Días antes, ejidatarios de Santa Rosa ya habían bloqueado la carretera hacia Mérida por los mismos motivos. En el sur, vecinos realizaron cierres en distintos puntos y, en Bacalar, comunidades organizaron un bloqueo en la “vía corta” hacia Mérida tras asegurar que llevaban una semana sin servicio. En la Ribera Maya y la Costa Maya se reportaron cortes que derivaron en cierres breves de carriles para llamar la atención de autoridades. (Noticaribe, Sipse, Por Esto!, Grupo Milenio)

La escalada ocurre tras un apagón masivo regional de marzo que evidenció la vulnerabilidad del sistema en temporada de calor. Mientras la Presidencia ha atribuido los cortes recientes a fallas de transmisión, la paraestatal asegura que traslada equipos y refuerza infraestructura, aunque los vecinos afirman que las soluciones no llegan al ritmo de la demanda. (El País, Ruptura360, Sipse)

En las últimas dos semanas se han multiplicado testimonios de protestas: cierres vecinales con piedras y ramas; retenciones temporales de vehículos de la CFE en comunidades mayas; y advertencias de nuevos bloqueos si no hay respuesta inmediata. En Kantunilkín y Sacalaca, colonos reportan apagones “diarios” y preparan nuevas acciones. (El Despertador, Facebook, Por Esto!)

¿Qué está en juego?

Además del impacto social por noches sin ventiladores y pérdidas de alimentos, los apagones golpean a pequeños comercios y al sector turístico en plena temporada, un patrón que analistas ya advertían para el verano de 2025. (Noticias de turismo REPORTUR)

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Reflexión: por qué impulsar la autogestión energética comunitaria

La repetición de cortes y la dependencia de una sola red muestran la necesidad de diversificar y descentralizar el suministro:

• Generación distribuida (solar en azoteas y comercios) con medidores bidireccionales y bancos de baterías domésticos/comunitarios para cubrir picos vespertinos y nocturnos.
• Microredes vecinales (en colonias y comisarías) con arreglos solares compartidos y almacenamiento; capaces de operar en “modo isla” durante fallas de la red principal.
• Cooperativas energéticas que agrupen a vecinos para financiar e instalar sistemas, reduciendo costos individuales y mejorando el mantenimiento.
• Resiliencia térmica: techos fríos o verdes, ventilación cruzada y refugios climáticos con respaldo fotovoltaico-baterías para noches de calor extremo.
• Gobernanza local: comités de energía por colonia que lleven bitácoras de fallas, definan puntos críticos (clínicas, pozos, semáforos) y prioricen respaldos.

Estas soluciones no reemplazan el deber del Estado de garantizar el servicio, pero reducen la vulnerabilidad ante picos de demanda y averías en transmisión. La ruta práctica combina: organización vecinal, asesoría técnica independiente, financiamiento colectivo y diálogo con autoridades para interconectar proyectos bajo la normativa vigente. La experiencia de las últimas semanas en Quintana Roo sugiere que la autogestión energética ya no es un lujo ecológico, sino una estrategia básica de bienestar y seguridad comunitaria. (Ruptura360)

Fuentes clave: reportes de bloqueos y protestas recientes en Quintana Roo (Noticaribe, PorEsto!, SIPSE, El Despertador), cobertura del apagón masivo de marzo (El País) y posicionamientos oficiales sobre causas de los cortes (R360). (Noticaribe, Sipse, Por Esto!, El Despertador, El País, Ruptura360)