El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), reveló datos preocupantes tras el último censo nacional de salud escolar: los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán encabezan la lista de entidades con mayor índice de obesidad infantil en el país.

De acuerdo con los resultados del Censo de Salud Escolar 2025, que se aplicó a más de 12 millones de estudiantes de nivel básico en las 32 entidades federativas, la región sureste mostró cifras alarmantes. Campeche registró un 28.9% de prevalencia de obesidad infantil, seguido de Quintana Roo con un 27.4% y Yucatán con un 26.8%, superando por amplio margen la media nacional, que se ubicó en 20.3%.
La SEP señaló que este diagnóstico forma parte de una estrategia integral para combatir los problemas de salud derivados del sobrepeso y la obesidad entre menores de edad, ya que, según la Secretaría de Salud, estos factores están estrechamente relacionados con el desarrollo temprano de enfermedades como la diabetes tipo 2, hipertensión y problemas cardiovasculares.
Factores estructurales y culturales
Especialistas en salud pública atribuyen estos altos índices en la península de Yucatán a diversos factores, entre ellos la alta disponibilidad de productos ultraprocesados en entornos escolares, la escasa actividad física entre los menores y la falta de una cultura alimentaria saludable.
“El entorno alimentario en las escuelas y comunidades del sureste favorece el consumo de comida chatarra. Hay una combinación de pobreza, desinformación y hábitos que se han arraigado por generaciones”, explicó la doctora Mariana García, nutrióloga e investigadora de la UNAM.
Respuesta gubernamental
Tras la publicación de los datos, el gobierno federal anunció el fortalecimiento de programas como La Escuela es Nuestra y Vida Saludable, así como una mayor coordinación con los gobiernos estatales para aplicar lineamientos más estrictos en la venta de alimentos en las escuelas.
Asimismo, la SEP informó que se implementarán nuevas campañas de concientización dirigidas tanto a padres de familia como a docentes, además de incrementar la supervisión sobre los contenidos nutricionales que se imparten en los planteles.
Por su parte, los gobiernos estatales de Campeche, Quintana Roo y Yucatán se comprometieron a reforzar políticas públicas de prevención, promoción de la actividad física y vigilancia en los entornos escolares. En el caso de Yucatán, el gobernador anunció la construcción de nuevos espacios recreativos y el relanzamiento del programa estatal de alimentación saludable en primarias.
Una llamada de atención urgente
Organismos como UNICEF México y la Red por los Derechos de la Infancia calificaron las cifras como un llamado urgente a repensar el sistema alimentario en el país y la responsabilidad del Estado en garantizar entornos escolares saludables.
“El problema de obesidad infantil no es solo de salud pública, sino una cuestión de derechos. Los niños tienen derecho a una alimentación nutritiva, a la educación sobre el cuidado de su cuerpo y a espacios seguros para jugar y moverse”, subrayó Juan Martín Pérez, activista por los derechos de la infancia.
Se espera que con estos nuevos datos, se impulsen políticas más agresivas y estructurales para revertir una tendencia que, de no atenderse, comprometerá la salud de toda una generación.

