Por Sergio Lugo

Propongo rendirle homenaje en vida, a dos compañeros, que son fundadores de Morena, en Quintana Roo: José Rico en Cancún, y Juan Uribe en Playa del Carmen, porque José está enfermo y Juan tiene 90 años.

A los dos los conozco y considero mis amigos. Tienen mucho conocimiento y experiencias que compartir, sobre todo, a los jóvenes.

Mi propuesta es muy sencilla: un día convivir con ellos, los compañeros de Morena de Quintana Roo, sin protocolo, simplemente que ellos sean el punto de atención, y que nos platiquen cómo fundaron este partido, cómo era el ambiente político en aquellos años.

José Rico, está enfermo de su espalda, y le cuesta salir de su casa, en Cancún, pero quizá nos pudiéramos reunir con él, afuera de su hogar, donde hay un parquecito, y junto con su esposa y familia, charlar sobre su vida.

Con el ingeniero Juan Uribe es más fácil, a sus 90 años puede caminar, (más rápido que yo), maneja solo hasta Mérida. Su apariencia y salud es de un señor de 70 años. Él renta una oficina con su dinero, para realizar reuniones de Morena, en Playa del Carmen, ahí nos podemos juntar con él.

Aquí comparto un poco de mi experiencia con ellos:

José Rico: Lo conocí en 2019, cuando él vino a Playa del Carmen, junto con otros compañeros del entonces Instituto de Formación Política de Morena Quintana Roo: Germán García que era el encargado, y también lo acompañó mi amigo Gabriel García.

El motivo era realizar comités o grupos de formación política en esta ciudad, hicimos algunos, porque luego mis compañeros se dispersaron.

Ese 2019 recuerdo el momento especial cuando acababa de suceder el «Golpe de Estado», contra Evo Morales, Bolivia. Nos reunimos en la casa de Germán, ahí estaban los que mencioné, más Yolanda (Yoli) Domínguez, esposa de José Rico, así como Elva Pedroza, e Isabel Mejía (a quien le digo paisana, porque también es de Guerrero, ella del municipio de Pilcaya), el señor Jorge Jufresa, que parece «gringo», por güero, pero es mexicano; y también estaban un compañero que siempre organizaba eventos a favor de los estudiantes de Ayotzinapa, pero no recuerdo su nombre, y varios más. Todos tenían su pensamiento de Izquierda de diversas tendencias.

A partir de ahí, se formó una amistad con ellos, y extraño esa convivencia política. José Rico venía frecuentemente a Playa, y yo todas las veces que iba a Cancún, me invitaban a alguna concentración en las Palapas o reunión en casa de alguien.

Con José me gustaba hablar del marxismo, él nació en España, pero recuerdo que me contó que de niño, allá por 1955 se lo llevaron con su familia a el Uruguay, justamente para huir de la dictadura fascista de Francisco Franco, y ya en el país sudamericano se incorporó al Partido Comunista, pero hubo «Golpe militar», en 1973, y por eso se tuvo que ir del Uruguay en 1976, y llegó a México, tierra que lo adoptó.

Aquí me contaba que anduvo en el sur de la Ciudad de México, por Tláhuac, lugar que conozco bien. Y desde hace muchos años, vive en Cancún. José Rico sabe perfectamente lo que son los gobiernos militares fascistas.

En 2020 hubo un curso de Formación Política en CDMX, había espacio para alguien de Playa del Carmen, por (invitación de José) y por suerte me tocó a mí. Y el diputado Batún pagó los boletos de avión (sin conocerme) pues esa era su aportación al partido.

Allá estuvimos en el encuentro con «El Fisgón», líder del Instituto, junto con más políticos. De Quintana Roo fuimos José Rico, Germán García (amigo de el monero en mención), y otros compañeros que no recuerdo sus nombres.

En esas mesas de trabajo del curso, conocí a Karen Lozada, una muchacha carismática e inteligente, que es periodista, y ahora me da gusto que trabaja en la Secretaria de Agricultura federal, y además, es conductora en Canal 21, y comparte mesa de análisis con Jenaro Villamil. Todo eso gracias a José que me llevó a ese curso.

Entre 2019 y 2021, José Rico vino a Playa del Carmen, varias ocasiones a impartir alguna charla de formación política, e igualmente, siempre me brindó la oportunidad para hablar en esas reuniones. Sin ponernos de acuerdo en nuestras participaciones públicas, coincidíamos políticamente porque pensábamos similar.

Pero después, volvió la Edad Medieval a Playa del Carmen, con el PAN y todo cambió para peor, de 2021 a 2024.

Aún así, miré muy activo a José Rico, en Cancún, apoyando la candidatura de Mara Lezama, para gobernadora. Y luego, respaldando a Claudia Sheinbaum, en la campaña interna para la presidencia.

En esos mítines, me encontraba a Elva Pedroza, a Gabriel García, y a Germán; lo mismo que al diputado Humberto Aldana y a la ahora senadora Anahí González, ambos muy amigos de José Rico.

Y cuando su salud empezaba a mermar, José siguió dando charlas de Formación Política por medio de Zoom, sobre todo, su objetivo es despertar el interés partidario a los jóvenes.

La última vez que miré físicamente a Rico, fue en su casa, en 2023, porque él tuvo la generosidad de comprarme unas artesanías. Su esposa Yoli estaba enferma en cama, aún así me recibieron, la calidez de su hogar es maravillosa.

Ahí miré que tienen un parquecito en común con los demás vecinos, es por eso, que quizá ahí nos podríamos reunir para convivir con él. Creo que mi amigo Gabriel García, nos podría ayudar a organizar ese encuentro, porque es muy bueno en eso de la logística, los detalles, y porque también es muy generoso.

Me dio gusto ver a Yoli ya repuesta, cuando fuimos al evento con Claudia Sheinbaum, a Cancún, en su más reciente visita, hace unos meses, ella iba acompañada de Elva y de Fabiola Domínguez.

José Rico lee mis artículos cada semana, la última vez que hablé por teléfono con él, fue en mayo pasado, justamente para conversar sobre la muerte de Pepe Mujica, y quedamos que luego lo iba a entrevistar.

Él no sabe que estoy escribiendo este artículo, ojalá sirva como preámbulo para luego verlo durante su homenaje, y que nos cuente más sobre su vida política de Izquierda.

Juan Uribe:

Mi amigo, «el ingeniero», como todos le decimos por su profesión, nació en Michoacán, hace 90 años. Con esa edad tiene infinidad de historias que contar.

Lo conocí en 2019, en reuniones de Morena, justamente en la oficina que él renta y paga con su dinero, para que los militantes ahí se puedan reunir. Ahí alguna vez llegó José Rico para dar alguna charla.

El «Inge» Uribe ha vivido en varias ciudades, como en Acapulco, en su época dorada, y hasta ha tenido novias de la farándula como una de las actrices de la película «Viento negro» (del director Servando González, 1964).

Él llegó a Cozumel hace unos 40 años, para poner una pizzería, allá conoció a los papás de la ahora diputada Tepy Gutiérrez, ella creció con su nieta Karen.

Después, se vino a vivir a Playa del Carmen, cuando casi toda estaba virgen, también aquí puso restaurantes que han prosperado.

Por eso, ahora es integrante de «Los guardianes de la ciudad», una especie de consejo consultivo, de la Secretaria de Turismo del ayuntamiento de Playa del Carmen, gracias a su titular Estefanía Hernández.

El ingeniero conoce bien Quintana Roo porque, hace décadas, él tuvo máquinas para abrir caminos y hacer carreteras, eso le sirvió para conocer a mucha gente.

Uribe fue militante del PRD y es en esa época cuando venía Porfirio Muñoz Ledo al estado, y Juan lo acompañaba a Cozumel. Ahí recuerda la enseñanza de Porfirio, pues en ese mitin en la isla, llegó poquita gente.

Juan le sugirió esperar un poco, a lo que el licenciado le dijo que no, que se debía ser puntual al horario acordado, aunque hubiera pocas personas, por respeto a ellas. Esas asambleas fueron el preámbulo de los mítines masivos de Morena.

Otra anécdota es que todas las veces que Gastón Alegre venía a Playa del Carmen, para reuniones sociales, siempre buscaba a su amigo Juan, para luego irse a divertir, o de «pinta», dada su camaradería y afinidad política.

En el 2000 Cuauhtémoc Cárdenas era candidato a la presidencia de la República, por el PRD, vino a Playa del Carmen, y Juan Uribe fue el encargado de darle la bienvenida.

Lo increíble es que acababan de operar de la próstata a Uribe, y todavía cargaba su bolsita, aún así organizó el mitin, en la popular Colonia Colosio, cuando casi toda era polvo.

El templete fue la plataforma de un viejo tráiler destartalado, además, Juan tuvo la astucia de conseguir una planta de luz, y el sonido con el grupo musical de un político de Cancún.

El mitin salió bien a pesar de las circunstancias. Luego Uribe le indicó a Cárdenas cómo llegar más rápido al aeropuerto, y así Cuauhtémoc alcanzó su avión pues ya tenía programado su vuelo. El hijo del Tata estuvo contento.

En 2006 luego del fraude del PAN contra AMLO hubo plantones no solo en el D.F. sino en todo el país, como en Playa del Carmen, donde el ingeniero Uribe, lo organizó enfrente del INE, hasta demandó a esa institución. Había una carpa día y noche, la cual estaba custodiada por el ingeniero, y otro señor que todos le dicen «El flaco», que ahí sigue pero está enfermo. Hasta proyectaban películas. Uribe le sigue ayudando a «El flaco», con su medicamento porque tiene asma.

Uribe logró ver el triunfo de AMLO en 2018, y me decía que luego su sueño era vivir para ver a Sheinbaum como Presudenta y se le cumplió.

En 2020 con la llegada de la pandemia, Uribe y otros compañeros tuvieron la iniciativa de poner un comedor comunitario en la Colonia Colosio (donde estuvo Cuauhtémoc Cárdenas), y justamente, nos pusimos todos los días, cerquita de un parque que se llama irónicamente «Lázaro Cárdenas»,.

Ahí durante un año, ayudé repartiendo comida, la mayor parte, el ingeniero Uribe ponía de su dinero (aunque había donaciones), para mí esa experiencia fue impactante porque iban a comer, los sectores más complicados de la sociedad: drogadictos y algunos malandros. Terminó la pandemia y por un año más, aproximadamente, Uribe mantuvo ese comedor comunitario, con su dinero, sin esperar reflectores.

Desde 2019 que yo acudía a las reuniones de Morena, en la oficina del Ingeniero Uribe, tenías buenas discusiones acaloradas, porque a veces no nos ponemos de acuerdo (como siempre), pero sí nos vemos caracterizado por seguir una línea de Izquierda, ahí nos acompañaba la señora Alma Rodríguez, quien ahora es Regidora de Morena, y también merece reconocimiento. A esa oficina, llegaba Ricardo Velazco, encargado del partido a nivel estatal, en ese entonces.

En 2022 Uribe apoyó a Mara Lezama en su campaña, a él siempre le ha gustado ser Representante General (RG) y todo lo que tenga que ver con cuidar casillas. Ojalá la ahora Gobernadora pudiera convivir con él, sería motivo de emociones compartidas.

Igualmente, estuvo con Sheinbaum desde la campaña interna. Y pudo despedirse de AMLO cuando vino al Tren Maya de Playa del Carmen, el año pasado.

En 2023, el ingeniero Uribe apoyó a todos los candidatos de la 4T en Playa del Carmen, ahí estuve con él, como pudimos desde nuestras trincheras.

Uribe junto con Omar hijo de la señora Alma, aportaron su conocimiento para la estructura electoral del municipio. De la elección resultó ganador Agustín Aguilar, quien es Síndico y amigo del ingeniero.

Me da gusto, que en cualquier evento político público, en Playa del Carmen, los organizadores le dan su lugar especial a Uribe, la Presidenta Estefanía Mercado reconoce su trayectoria.

Ahora me gustaría que los amigos de José Rico, y morenistas en general, pudieran convivir con Uribe, sería una gran retroalimentación.

Uribe muy activo se preocupó por la elección del Poder Judicial, y por eso, como pudo, promovió talleres de información al respecto.

Uribe tiene sus negocios, está lúcido, bien de salud, muy activo, siempre informado de la política, mira las «Mañaneras», las analiza. Lo veo casi todos los días. Siempre le estaré agradecido que me brindó apoyo para vender mis libros. Y por eso, tenemos el proyecto de formación política en su oficina, de Morena, justamente por medio de la lectura y el cine.

Juan Uribe siempre está de buen humor, y me hace reír cuando me pregunta por la edad de algún político, por ejemplo, Gertz Manero, Bartlett, Bernardo Batiz, entre otros, entonces lo consultamos en internet, y sí son más jóvenes que él, me responde – ¡Me los chingo! El único que le gana es Cuauhtémoc Cárdenas porque es un año mayor que él.