Por Sergio Lugo
El 23 de junio de 1914, el general Pancho Villa y su ejército «tomaron la ciudad de Zacatecas», y así derrotaron a los soldados federales del chacal y dictador Victoriano Huerta.
Recordemos que en febrero de 1913, el Presidente Francisco I. Madero fue asesinado junto con el vice Presidente José María Pino Suárez, por un «Golpe militar», con la ayuda de la embajada de Estados Unidos en México.
Así llegó al poder, el militar usurpador y borracho de Victoriano Huerta. Eso provocó que todas las facciones revolucionarias se unieran para combatirlo.
Zacatecas era un bastión de soldados federales (los pelones), entonces el general Pánfilo Natera trató de tomarla, para eso llegó el general Pancho Villa para ayudarlo.
El ejército de Villa era «La División del Norte», el más poderoso, dicen, en ese momento, de México, y quizá de América Latina.
Estaba acompañado por la artillería mortífera del general Felipe Ángeles, quien había sido director del Colegio Militar y siempre fiel a Madero, por eso luego se unió a Villa. También participó el villista Urbina.
Hubo demasiados muertos por ambos ejércitos, la ciudad zacatecana llena de sangre y de cadáveres, pero valió la pena, porque el ejército de Pancho Villa derrotó a los soldados del dictador Huerta, quien pronto sería exiliado.
Lo más increíble es que Pancho Villa nunca tuvo instrucción militar, a diferencia de Felipe Ángeles.
Una vez Villa expresó, que para hacer la Revolución, palabras más palabras menos, se necesitaban dos cosas: señaló su cabeza, y también señaló sus testículos.
En el Cerro de la Bufa, de Zacatecas están las impresionantes estatuas de estos revolucionarios, para nunca olvidar dicha toma.
Pánfilo Natera después sería Gobernador constitucional de Zacatecas.
Recomiendo el librito «La batalla de Zacatecas», de Alberto Calzadíaz Barrera, del FCE Colección «Vientos del pueblo».
Así como la hermosa película «La Cucaracha», del Director Ismael Rodríguez, con las bellas María Félix y Dolores del Río, la trama es la revolución villista, y sólo al final hablan de «la toma de Zacatecas», pero sirve como contexto de la Revolución.
También recomiendo el Corrido «La toma de Zacatecas», por Antonio Aguilar, nacido en esa tierra.

