El Canciller alemán visitó la Casa Blanca y como regalo a Donald Trump le entregó el certificado de nacimiento de su abuelo Friederich Trump que migró a los EE.UU. para recordarle que el mismo y su familia son producto del fenómeno de la migración.

Sin embargo, esta situación deja en claro que la política migratoria de Trump obedece a una ideología del supremacismo racial blanco que intrínsecamente conlleva una concepción de explotación hacia otras razas.

El miedo más grande de la población blanca de EE.UU. es perder el control político del país y que los mexicanos se conviertan en una mayoría poblacional como ya sucedió en California donde se habla español y se come comida mexicana como parte de una imposición cultural en la sociedad.

En EE.UU. dependen de la fuerza laboral de los mexicanos. Solo hay que demostrárselos por medio de la organización colectiva a través de huelgas generales que paralicen su industria y sus servicios para exigir una amnistía migratoria con visas de trabajo para todos.