Revolución de Ayutla y Benito Juárez

Por Sergio Lugo 

 El 1 de marzo de 1854 se proclamó el “Plan de Ayutla”, en ese pueblo, del estado de Guerrero, llamaban a derrocar al dictador Antonio López de Santa Anna. Así inició “la Restauración de la República”. 

Benito Juárez nació el 21 de marzo de 1806, en Guelatao, Oaxaca. Las hazañas del Presidente indígena, no hubieran sido posible, sin la Revolución de Ayutla, la cual dio paso a la “Segunda Transformación” de México (2T).

Como contexto, Santa Anna, había sido Presidente de México, por más muchos años, de manera intermitente, según su conveniencia. Él era uno de los culpables de que México, perdiera parte de su territorio, arrebatado por Estados Unidos, y después, cedió “La Mesilla”. 

Como mandatario se le ocurrió cobrar impuestos, hasta por las ventanas y perros, en las casas. Era un jugador y apostador compulsivo. No había libertad de prensa, ni mucho menos, democracia. Como ególatra, le gustaba que le llamaran “Alteza serenísima”. Con esos rasgos, le hubiera quedado el personaje de “El otoño del patriarca”, de García Márquez. 

En lo que hoy es el estado de Guerrero, nació en 1790, Atoyac (ahí también nació el guerrillero Lucio Cabañas), en la Costa Grande, Juan Álvarez, quien se unió a José María Morelos, en la guerra de Independencia. Después, se fue a la lucha de Vicente Guerrero, con quien consumó la Independencia. Es interesante, cómo en lo que hoy es Guerrero, se logró la Independencia de México, (la Primera Transformación, 1T), con el “Plan de Iguala”, del 24 de febrero de 1821, y luego, se inició “la Segunda Transformación, 2t)en la Costa Chica, de Guerrero, con el “Plan de Ayutla”. 

El general Juan Álvarez, también combatió al traidor y emperador Agustín de Iturbide. Más tarde, también enfrentó a los ejércitos de Francia y de Estados Unidos, cuando nos invadieron. En 1849 se creó lo que hoy es el Estado de Guerrero, y Juan Álvarez fue su primer gobernador. 

Florencio Villareal era un militar, que había peleado junto a Agustín de Iturbide, se puede decir que era “Realista”, esto es, los que se oponían a Vicente Guerrero y a sus seguidores, llamados “Insurgentes”. Villareal estaba en el estado de Guerrero como militar, y ahí proclamó el “Plan de Ayutla”, un pueblito, con pocos habitantes. Ahora ese municipio indígena se llama oficialmente “Ayutla, de los Libres”, en honor a esa gesta heroica. También, en la Costa Chica, de Guerrero, nació el profesor Genaro Vázquez. 

Ignacio Comonfort fue un militar quien nació en Puebla, pero estaba de comandante militar en Tlapa (en la región de La Montaña, en Guerrero), él había luchando contra el ejército de Estados Unidos, cuando nos invadieron. Fue diputado y senador.

Ellos estuvieron al frente del “Plan de Ayutla”, donde su punto medular, era tumbar al gobierno dictatorial de Santa Anna, igualmente, querían restaurar la Republica, en su forma federal (esto unió a todos los Liberales), y nombrar un presidente provisional. 

En esa época, no había partidos políticos, como tales, pero sí grupos o logias de masones: la Yorkina, (de Estados Unidos) que proclamaba la República Federal, era secundada por los Liberales mexicanos; y la logia Escocesa (de Gran Bretaña), que buscaba la República pero centralista. De manera general, los Liberales, fueron yorkinos, y por el otro lado, los Conservadores, algunos eran centralistas, pero también estaban lo que añoraban la monarquía como forma de gobierno. 

Así que, de manera resumida, en México, había dos bandos enemigos: los Liberales, contra los Conservadores. El discurso del ex presidente López Obrador, fue siempre mencionar así a sus contrincantes, porque él se decía Liberal y juarista. En esa época no se hablaba de Izquierda ni de Derecha. Y cuando hablaba de la “austeridad republicana”, era en referencia a los liberales juaristas que no hacían fiestas ni eventos suntuosos. 

 

Como todos saben, debido a la historia oficial, Benito Juárez fue un indígena zapoteca, que aprendió español hasta los 12 años.. En aquellos años, en Oaxaca (y casi todo México), casi la única manera de aprender, era en el Seminario, donde Juárez aprendió gracias a un sacerdote culto, pero luego se dio cuenta que esa no era su vocación, sino que fue abogado. 

 

Juárez era un mozo en una casa en Oaxaca capital, el dueño tenía una hija adoptada: Margarita Maza, con quien Juárez se casaría, él era 18 años mayor que ella (otros dicen, que se llevaban con 20 años de diferencia). Juárez se volvió Liberal, y se dio cuenta que la iglesia católica promovía el fanatismo, pero según fuentes, Juárez sí era católico, sólo que, no clerical, (y así la mayoría de los Liberales). Benito Juárez llegó a ser gobernador de Oaxaca, y desde ahí enfrentó a Santa Anna, al grado de que el dictador lo metió a la cárcel, lo desterraron a Cuba, y después Juárez tuvo que huir a Nueva Orleans, Estados Unidos, allá conoció al Liberal Melchor Ocampo. Recomiendo el libro “Apuntes para mis hijos”, del propio Benito Juárez (FCE. Colección “Vientos del pueblo”).

 

Continuando con la Revolución de Ayutla, cuando el tirano de Santa Anna se enteró de la rebelión, él fue personalmente, al estado de Guerrero, para combatir a los alzados, pero lo derrotaron, los indígenas, y campesinos, de huarache y sombrero, al mando del general Juan Álvarez, uno de los mejores militares y guerrilleros que ha tenido México. Santa Anna se enfureció que, a su regreso a la Ciudad de México, quemó varios pueblos de Guerrero, como una forma de exterminio. Aunque, la prensa conservadora de la Ciudad de México, quería ocultar esa afrenta, el ridículo de Santa Anna fue evidente en todo el país. 

 

Años antes, el general Agustín de Iturbide, tampoco, jamás pudo derrotar al ejército del indígena nahua y afro-mexicano de Vicente Guerrero, justamente, en lo que hoy es el territorio del estado de Guerrero. El pueblo de Guerrero, siempre está esperando que le den las armas para levantarse. 

 

Desde su destierro en Nueva Orleans apoyó a la Revolución de Ayutla, viajó a Panamá, y de ahí llegó al Puerto de Acapulco, para unirse al general Juan Álvarez, por eso, ahora ese municipio, se llama oficialmente “Acapulco de Juárez”. En 1855 Antonio López de Santa Anna fue derrotado definitivamente y abandona la presidencia el 9 de agosto, luego el 16 de septiembre, los Liberales, entran triunfantes a la Ciudad de México, al final ganaron, esos pobres andrajosos que combatieron con las armas, y que fueron objeto de burlas de los Conservadores de abolengo. La Revolución armada de Ayutla, había triunfado. 

Luego Juan Álvarez fue elegido como Presidente interino, y en su gabinete, nombró a Benito Juárez ministro de Justicia e Instrucción Pública. Varios, consideran que fue un gabinete de ensueño, con Guillermo Prieto, Melchor Ocampo, y otros Liberales. Así se dieron las bases para quitarle el fueron a los sacerdotes y militares, y para un nuevo constituyente en 1857. Luego de dos meses, Álvarez dejó la presidencia por cuestiones de salud. Sin embargo, luego apoyaría a Juárez cuando los franceses invadieron a México, murió en 1867.

 

Entonces, Ignacio Comonfort se convirtió en Presidente de México, pero había dos bandos dentro de los Liberales: Los “Puros”, donde estaban los más radicales, como Juárez, y los “Moderados”, como Comonfort, que eran tibios. 

 

Durante el gobierno de Comonfort se promulgó la nueva Constitución el 5 de febrero de 1857, que era muy Liberal, por lo que la Iglesia Católica condenó y ex comulgó a quienes la juraran, al final Comonfort reculó y le hizo caso a su madre y a un sacerdote, por lo que, abandonó la Presidencia -se inmoló políticamente-. 

 

Y como Benito Juárez Presidente de la Suprema Corte de Justicia, por ley, le toca suplir al Presidente de la República, por lo que tomó el poder en 1858 (aunque Comonfort lo había encarcelado, pero luego lo liberó). Parece que Juaárez desde años antes, planeó la toma del poder, desde la vía legal. 

 

Ya como Presidente, se enfrentó a los Conservadores, quienes no lo reconocieron, y tenían como figura a Félix María Zuluaga, desde entonces tuvo una presidencia errante combatiendo a los Conservadores. En su mandato, le quitó a la iglesia católica, varios de sus bienes, por lo que se inició otra guerra llamada “de los tres años”, o de “Reforma”, de 1858 a 1861.

 

Recordemos, que, en aquella época, la iglesia católica era la más rica, porque cuando las personas le pedían prestado dinero y luego no podían pagarle, la iglesia tomaba sus terrenos y propiedades, aunque no los ponía a trabajar, además, la iglesia el cobraba a todos sus fieles, por diferentes acciones litúrgicas, la limosna, el diezmo, los bautizos, bodas, eran la dueña de los panteones, del registro civil (no existían, porque enterraban a la gente cerca de las iglesias), etc. Todo eso se lo quitaron los Liberales, de ahí el enojo de los Conservadores. Hasta la fecha el clero católico odia a Juárez. Ahora el gobierno de la República, a través de sus municipios, tiene a los panteones y registro civil, a su disposición. 

 

En México se vivía una especie de feudalismo, por medio de las haciendas, herencia de España, enraizado por la iglesia católica, que tenía aislado al pueblo, en todos los aspectos, y sus tierrasbajo el feudalismo- hacienda, los indígenas eran casi esclavos ante los hacendados. De esa forma, la economía mexicana estaba estancada. A diferencia de Estados Unidos, que, bajo su religión protestante, hacían trabajar sus tierras hasta en el desierto -claro, matando a los indígenas, como a los Apaches, y quitándoles sus tierras comunales-.

 

Además, la iglesia católica, promovía una educación elitista y fanática. En esos años, era muy difícil que las mujeres pudieran estudiar, porque los Conservadores, las querían en sus casas, atendiendo y cocinando para sus maridos. En cambio, los Liberales promovían la educación para las mujeres. 

 

Durante el gobierno de Benito Juárez, tanto en la Reforma, como contra el imperio francés, destacaron varios Liberales ilustres, como el también indígena Ignacio Manuel Altamirano, quien quizá era el más completo: escritor, militar, catedrático, y luego sería diplomático. Estaba el periodista Francisco Zarco. Así como los ideólogos Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Vicente Riva Palacio, etc. Fue la época dorada de la cultura y el periodismo. 

 

Pero los Conservadores no estaban conformes cuando fueron derrotados por Juárez y sus Liberales, por eso fueron a Europa, a suplicarle ayuda a los monarcas, le pidieron su apoyo al emperador francés Napoleón, y éste convenció a Maximiliano de Habsburgo, de Austria, quien llegó a México, con su esposa Carlota, oriunda de Bélgica. Uno de esos traidores mexicanos fue el militar Juan Nepomuceno Almonte, irónicamente hijo de José María Morelos. 

 

El ejército francés llegó a México, en 1861, era el más poderoso del mundo, pero al año siguiente, sería derrotado, en Puebla, gracias a las fuerzas del general Ignacio Zaragoza, el 5 de mayo de 1862, suceso que es muy celebrado actualmente, en Estados Unidos. 

 

 

La razón es que, en aquella época, los Liberales de Estados Unidos, apoyaban a Juárez y su ejército. Recordemos que, en el país vecino, estaba la “guerra de secesión” (de 1861 a 1865), donde los Liberales del norte, “la Unión”, los Yankees, estaban en contra de la esclavitud, pero los Conservadores, los “Confederados” del sur, estaban a favor de la esclavitud de los afros (negros) eran racistas. El Presidente era Abraham Lincolnquien había ganado las elecciones en 1860. 

 

Cuando los franceses invadieron a México, el Presidente Juárez, envió a su esposa e hijos (dos murieron allá) a Nueva York para mantenerlos a salvo, recomiendo el libro “La correspondencia entre Benito Juárez y Margarita Maza”, de Patricia Galeana (FCE). 

 

Lo mismo la película estadunidense (The Undefeated) conocida en español como “Los invencibles”, o “Los indestructibles”, del Dir. Andrew McLaglen, donde aborda el conflicto juarista contra Francia, según la visión “gringa”, y el final de la guerra de secesión.Por cierto, Margarita vivió de manera precaria en EUA. Actualmente, el gobierno federal en su conflicto o negociación con el gobierno de EUA, debería retomar eso que nos unió en el pasado: el apoyo a la República, frente a la monarquía, ese sería un buen acercamiento político. 

 

Cuando llegó el emperador Maximiliano de Habsburgo a México, pensó que todos los mexicanos lo iban a recibir con flores, cabe mencionar que él nunca había conocido nuestro país, ni fue elegido democráticamente, fue una imposición del emperador Napoleón, y de algunos Conservadores mexicanos lacayos. 

 

Pronto, Benito Juárez y sus seguidores, organizaron una especie de “Guerra de guerrillas”, quienes estuvieron por varias partes del país, combatiendo al ejército francés y a la aristocracia mexicana. Recomiendo la película mexicana, “Furia roja”, de 1951, muy conmovedora, que se filmó en mi pueblo, de Taxco, -que ha sido Conservador históricamente-, con la actriz Sarita Montiel, y Arturo de Córdoba, donde justamente unos guerrilleros están peleando por la República de Juárez, y en contra del abolengo rancio de los seguidores de Maximiliano. Esa me gustaría proyectarla, en las plazas públicas, y leer fragmentos de los libros, que en mi artículo menciono. 

En 1865 los Liberales norteamericanos, ganaron la guerra civil, y así derrotaron al racismo que quería esclavizar a los pueblos negros o afro-estadunidenses, el Presidente Lincoln se volvió una figura emblemática, y de esa forma pudieron apoyar a Juárez. 

Se ha dicho bastante, que Juárez le quiso entregar parte del territorio a los gringos, mediante el tratado “McLane – Ocampo”, firmado en 1859 por Melchor Ocampo a nombre de Benito Juárez y por Robert McLane del gobierno de EUA. Se decía que México le permitiría transitar a EUA por su territorio, a cambio de reconocer a Juárez como Presidente, pero también se dice que había una cláusula, donde el gobierno estadunidense debía apoyar a México, en caso de una invasión. Al parecer eso no les gustó a muchos políticos estadunidenses, y el Congreso de allá, no lo aprobó. Algunos aseguran, que Juárez sabía que no se llevaría a cabo, porque pronto EUA entraría a su guerra civil, y otros estadunidenses no creían que Juárez ganara la guerra. 

 

En 1865 la situación cambió, y el gobierno de EUA apoyó a los Liberales de Juárez, aunado a que, el emperador Napoleón, le retiró el apoyo militar al también emperador Maximiliano, porque estaba atendiendo problemas en Europa, así que pronto los liberales juaristas, demostraron el apoyo popular y derrotaron a los Conservadores de Maximiliano. 

Benito Juárez era masón y lo mismo que Maximiliano de Habsburgo, la gran diferencia, es que Juárez, defendía al sistema político de la República, y Maximiliano, defendía a la monarquía, (la cual era una imposición y clasista), quien sólo era apoyado por la iglesia católica, y mexicanos racistas que preferían a un europeo de ojos claros, frente a un indígena oaxaqueño. La mayoría del pueblo mexicano apoyaba a Juárez.

Maximiliano de Habsburgo fue derrotado política, militar e ideológicamente por los mexicanos pobres, de huarache y sombrero, y por eso, para mí, el acto más grandioso que hizo Benito Juárez, fue haber mandado a fusilar a Maximiliano en el Cerro de las Campanas, Querétaro (estado Conservador), junto a los traidores mexicanos Miguel Miramón y Tomás Mejía, el 19 de junio de 1867. 

De esa forma se “restauró la República”, y concluyó la “Segunda Transformación” (2T). En esa revolución se demostró que es posible inicialar y concluirla mediante las armas. Y bien, valdría la pena, debatir en la actualidad, sí es pertinente de nuevo, la pena de muerte, para los mexicanos traidores a la patria, los herederos de Maximiliano, que suplican que nos invada el ejército de EUA.

Gracias a los liberales de la Revolución de Ayutla y a Benito Juárez, en México jamás volvió a gobernar ningún emperador ni monarca, ni rey.

De los errores de Juárez, que los tuvo, podría ser que después de 1867, hubo elecciones y ganó la presidencia, después, en 1871 se reeligió, sin embargo, murió el 18 de julio de 1872, oficialmente, por “angina de pecho”. Algunos, aseguran, que sí Juárez, no hubiera muerto, se hubiera perpetuado en el poder, de manera constitucional pero antidemocrática. 

Recomiendo el libro “Las caminos de Juárez”, de Andrés Henestrosa (FCE), quien también fue un indígena oaxaqueño y zapoteca, nació 100 años después de Juárez, y escribió con pasión los pasos del Presidente de la República. Andrés fue un magnífico escritor y promotor de la cultura de Oaxaca. 

Gracias a los liberales de Ayutla, y de Juárez, al mandatario de Palacio Nacional, en turno, se le conoce como “el Presidente de la República”. Fue también, el triunfo del indígena mexicano, de los campesinos, de los pobres, de harapos, y de piel morena, frente al europeo, alto, de alcurnia, y de piel blanca.

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