Carstens pide a los bancos centrales mayor liquidez para resguardar a las Pymes

Realidades.- El gerente del BIS hace importantes diferenciaciones entre la crisis de 2009 y la que enfrenta el mundo por el Covid-19.

Para Agustín Carstens, la crisis que se vive actualmente tiene similitudes con la padecida hace ya once años, sin embargo, advierte a los bancos centrales del mundo que hay diferencias sustanciales que considerar y por las cuales se requieren medidas nuevas y «urgentes» que rescaten a las pequeñas y medianas empresas.

En un artículo publicado en el Financial Times, el gerente del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) dio a conocer los «pasos audaces» que considera vita para dotar de mayor liquidez a los sectores que se verán más afectados por esta emergencia económica.

En el plantea que la diferencia principal radica en el tipo de players del mercado involucrados, pues afirma que el problema ocurrido hacia los años 2008-9, golpeó principalmente en la banca global con prestamistas sobre apalancados. Esta vez, al ex subgobernador de Banxico afirma que el foco debe estar las pequeñas y medianas empresas.

Para Carstens, este sector debe ser atendido con «urgencia», al cual lo considera el «último tramo» dentro de la crisis que el mundo vive a causa de la expansión del coronavirus: «»Para darles a las empresas viables un salvavidas para superar el repentino paro económico provocado por Covid-19, se necesita una solución que cubra el tramo final para llegar a las que están al borde del precipicio», escribió.

En su artículo consideró también que los principales bancos centrales se han apresurado en invertir billones de dólares en fondos de emergencia en el sistema bancario global, «pero ese dinero necesita llegar a quienes lo necesitan».

Así, traza una serie de pasos en los que alienta a los bancos ser «parte de la solución, no del problema»: en el primero considera que las instituciones bancarias utilicen sus reservas de capital y se ejecute un congelamiento global de dividendos y recompra de acciones.

Pero al considerar esta medida como insuficiente, agrega que se den préstamos a las pequeñas y medianas empresas a través de prestamos garantizados por los gobiernos, a los cual llama «préstamos de diferimiento de impuestos», los cuales propone que pudieran ser titulizados y refinanciados por el banco central y cualquier pérdida será sufragada por los gobiernos.

En su recomendación Carstens señala que solo las pymes que fueron rentables el año pasado serían elegibles para un préstamo gubernamental, lo que limita el alcance del fraude o la manipulación. «La administración también sería relativamente sencilla, ya que la autoridad fiscal podría verificarla».

«Estos principios deben globalizarse basándose en las líneas de swaps (contrato por el cual dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades en fechas futuras) de dólares del banco central para canalizar la liquidez y evitar que las cadenas de suministro mundiales se desmoronen», agregó el también ex secretario de Hacienda. 

Fuente: Lapolítica

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