El Gobierno mimó a la chatarra por años. Hoy, el COVID-19 ataca a un México de obesos y diabéticos

Realidades.- Ante la falta de políticas públicas contra la expansión de la industria de la chatarra, México enfrenta el COVID-19 con otras dos epidemias: 96 millones de niños y adultos con sobrepeso y obesidad, y 8.6 millones de mayores de 20 años con diabetes, los más vulnerables ante esta pandemia al igual que los enfermos de hipertensión y con daños renales, pulmonares o cardiacos.

Sentada entre letreros sobre el derecho al agua, la chiapaneca Estela Vázquez, de la organización “Camino para el Buen Vivir”, compartía en un festival en San Cristóbal de las Casas (en línea en tiempos del coronavirus) que en las comunidades de Ocosingo y Chilón abundan los refrescos en las tiendas, lo cual, dijo, beneficia más a las empresas que a ellos.

“Las grandes empresas como la Coca-Cola solo nos están enfermando. En las comunidades ya hay muchas diabéticas, niñas, niños y adultos. Antes de nuestros abuelos, nuestros antepasados, nunca habíamos escuchado algo así. Ellos vivían más años que ahorita que se mueren de 30 o 40 años por diabéticos y otras enfermedades porque no sabemos cuidarnos”, dijo la activista. “Nosotros cada vez más pobres porque el refresco también está muy caro. De dos o tres litros están a 45 pesos. No hay dinero para estar gastando, pero la gente ya se acostumbró”, afirmó sobre uno de los tres estados que forman la triada de pobreza en el sur del país.

De los fallecimientos registrados en México por el COVID-19, cuatro personas padecían la otra gran epidemia nacional: diabetes, que 8.6 millones mayores de 20 años tienen (Secretaría de Salud) y es la segunda causa de muerte en el país (Inegi,2018). Los otros decesos tenían obesidad o hipertensión, también de las enfermedades crónicas que vuelven más vulnerables a los mexicanos frente a esta pandemia, junto con daños renales, pulmonares o cardiacos, ha advertido la Secretaría de Salud.

De acuerdo con los representantes de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OMS-OPS) en México, Jean Marc Gabastou y Cristian Morales Fuhrimann, alrededor del 14 por ciento de los sintomáticos de coronavirus en el país van a requerir cuidados especializados y probablemente la mitad, un 7 por ciento, necesitará cuidados intensivos (hospitalización y ventiladores) debido a la incidencia de diabetes y obesidad frente a otros países donde en promedio es el 5 por ciento de letalidad.

“Una persona con diabetes y obesidad que sigue tomando refresco sobre todo ahora en esta pandemia aumenta su riesgo. Es un suicidio, un caldo de cultivo para que sus defensas bajen y por tanto tenga más probabilidad de morir. El consumo de refresco en estos momentos es un consumo contra la vida. Podríamos empezar con esa epidemia y cambiar los hábitos, cambiar esta comercialización agresiva de productos ultraprocesados. ¡Queremos agua, no refrescos!”, secundó en el mismo foro por streaming Marcos Arana, director del Centro de Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos.

“La recomendación es tomar agua. Pero necesitamos defender esa agua. No queremos agua de garrafón, sino agua limpia para todos, lo que implica limpiar el origen de donde la obtenemos: manteniendo los humedales y limpiando los ríos ahora y mañana”, expuso después de lamentar que el consumo de refrescos en Chiapas llama la atención internacional y causa una erosión en su cultura alimentaria basada en pozol y bebidas de chía.

LA INDUSTRIA DE LA CHATARRA

También por conferencia en línea, miembros de la Alianza por la Salud Alimentaria plantearon que la suma del COVID-19 a las epidemias de obesidad y diabetes en México son resultado de la ausencia de políticas de Estado durante años por presiones de la industria. La norma del etiquetado claro en alimentos chatarra y bebidas azucaradas aprobada por el Congreso, por ejemplo, sigue sin implementarse.

En este país, el cuarto consumidor mundial de productos ultrapocesados, alrededor de 96 millones de niños y adultos tienen sobrepeso y obesidad, calcula la Secretaría de Salud. Siete de cada diez adultos, cuatro de cada diez adolescentes y uno de cada tres niños presentan sobrepeso u obesidad, dimensiona.

A corto plazo, acentúa y agrava la diabetes, hipertensión (15.2 millones la tienen), complicaciones cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer. Se estima que un 90 por ciento de los casos de diabetes tipo 2 (cuando el cuerpo produce insulina, pero no la utiliza apropiadamente) son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.

Ante ello, expuso la investigadora del Poder del Consumidor Paulina Magaña, se reportan más de 200 mil muertes por año (23 mexicanos por hora) atribuidas a la obesidad, de las cuales 40 mil son por alto consumo de bebidas azucaradas, esto es, más de las 20 mil muertes registradas por coronavirus a nivel mundial en lo que va de este 2020.

Al anunciar que entramos a la fase 2 del COVID-19, que implica perder el seguimiento de transmisión a los cientos de contagios, el Presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a una buena alimentación.

Fuente: Sinembargo

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